El hallazgo podría facilitar el desarrollo de nuevos fármacos para una enfermedad con más de dos millones de diagnósticos por año en el mundo.
Un análisis genómico del cáncer de pulmón en personas sin antecedentes de tabaquismo descubrió que la mayoría de estos tumores surge por la acumulación de mutaciones causadas por procesos naturales del organismo, según publican los investigadores en la revista Nature Genetics.
Este estudio fue realizado por un equipo internacional dirigido por investigadores del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), perteneciente a los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos, y describe por primera vez tres subtipos moleculares de cáncer de pulmón en personas que nunca fumaron.
“Lo que estamos viendo es que hay diferentes subtipos de cáncer de pulmón en los que nunca fumaron que tienen características moleculares y procesos evolutivos distintos”, dice la epidemióloga María Teresa Landi, quien dirigió el estudio. “En el futuro, podemos tener diferentes tratamientos basados en estos subtipos”, asegura.
El de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en el mundo. Cada año, más de 2 millones de personas son diagnosticadas con la enfermedad. La mayoría tiene antecedentes de tabaquismo, pero del 10% al 20% de los pacientes nunca fumaron. Este tipo de tumor ocurre con más frecuencia en las mujeres y a una edad más temprana que lo que afecta a los fumadores.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional del Cáncer (INC), la incidencia de cáncer de pulmón en la Argentina es de aproximadamente 11.244 nuevos casos por año (9,8%), ocupando el tercer lugar en ambos sexos.
Sobre la investigación
Los autores del trabajo utilizaron la secuenciación del genoma completo para caracterizar los cambios genómicos en el tejido tumoral y el tejido normal emparejado de 232 no fumadores, predominantemente de ascendencia europea, que habían sido diagnosticados con cáncer de pulmón de células no pequeñas.
Los científicos rastrearon minuciosamente los genomas tumorales en busca de procesos de mutación que pueden ser causados por daños por actividades naturales en el cuerpo (por ejemplo, una reparación defectuosa del ADN) o por exposición a un agente químico o físico específico que tiene la capacidad de causar cáncer. Y se descubrió que la mayoría de los genomas tumorales de los que nunca fumaron tenía firmas mutacionales asociadas con el daño de procesos endógenos, es decir, procesos naturales que ocurren dentro del cuerpo.
Como era de esperar, debido a que el estudio se limitó a quienes nunca habían fumado, los investigadores no encontraron ninguna firma mutacional que se haya asociado previamente con la exposición directa al tabaquismo. Tampoco encontraron esas firmas entre los 62 pacientes que habían estado expuestos al humo del tabaco de segunda mano. Sin embargo, la doctora Landi advierte que como el tamaño de la muestra era pequeño se precisa una mayor “con información detallada sobre la exposición para estudiar realmente el impacto del tabaquismo pasivo en el desarrollo del cáncer de pulmón en los no fumadores”.
De ahí, se plantean los próximos pasos: “Una dirección futura de esta investigación será estudiar personas de diferentes orígenes étnicos y ubicaciones geográficas, y cuyo historial de exposición a los factores de riesgo de cáncer de pulmón está bien descrito”, cierra la científica.
Fuente: TN/Con Bienestar