El humo proveniente de los incendios en las islas que cubrió Rosario la tarde del miércoles superó largamente los valores deseados y puso en riesgo la salud de la población, según estimó el titular del Estación Sistema de Alerta Temprana, Jorge Giometti.
El fuerte olor se hizo sentir, penetrando en cada rincón del interior y el exterior, las molestias oculares y de garganta comenzaron a notarse. Giometti graficó que “lo que pasó ayer fue como cuando tiramos agua para apagar las brasas de un asado. Las lluvias apagaron el fuego pero con la rotación del viento al sureste, se produjo una invasión de huno durante una hora”.
El humo tuvo valores peligrosos para la salud no ya de quienes cuentan con factores de riesgo, sino de todos. La medición dio que en ese rato, la concentración de partículas viciosas estuvo arriba de 200 microgramos por metro cúbico de aire, cuando lo recomendable es no más de 12. Por eso y por un rato, hubo gente que sufrió picazón en la garganta y ardor en los ojos.
Giometti explicó que finalmente con las intensas precipitaciones de más de 80 milímetros, “el aire se limpió y la atmósfera quedó en perfectas condiciones, sin contaminantes en el ambiente”.