Es un stent que también sirve para algunos problemas de próstata. Abre la uretra para dejar que la orina pase libremente y mantiene los vasos sanguíneos sanos, lo que también garantiza un buen funcionamiento eréctil.
Implantar un pequeño stent, es decir un diminuto tubo de metal, en las arterias del pene podría facilitar el suministro de sangre al órgano reproductivo y combatir la impotencia. Hasta ahora, los stents se indican solo para problemas cardíacos, ya que mantienen abiertos vasos sanguíneos más grandes.
En circunstancias normales, los vasos sanguíneos de los cuerpos cavernosos que se encuentran en el pene se abren y permiten el suministro de sangre, que queda atrapado por la presión alta y causa una erección. Si las arterias están obstruidas, la sangre no llega a las cavidades y la erección no se mantiene o no se alcanza.
Según un grupo de investigadores suizos en un artículo publicado en el Journal of Sexual Medicine, se logró crear un stent para ensanchar las arterias donde los depósitos de grasa limitan el flujo sanguíneo, por ejemplo, como resultado de la aterosclerosis, asociada con casi el 80 por ciento de los casos de impotencia sexual.
Estos stent están hechos de una aleación de níquel y titanio llamada nitinol y llevan medicamentos para evitar que el sistema inmunológico los rechace. Según los hallazgos del equipo, el tratamiento fue efectivo en el 80 por ciento de los participantes.
La impotencia, o disfunción eréctil, se define como la incapacidad persistente para lograr o mantener una erección satisfactoria, y en el Reino Unido afecta a más de la mitad de los hombres de entre los 40 y 70 años.
Entre los tratamientos, se encuentra la administración de sildenafil, más conocido como Viagra, que dilata los vasos sanguíneos, pero no siempre se asocia con beneficios duraderos, tanto que hasta el 35 por ciento de los hombres que toman la conocida ‘pastilla azul’ aún no logra tener erecciones satisfactorias.
El procedimiento de colocación del stent demora diez minutos bajo anestesia local y se hace a través de una cámara ubicada en el extremo que se inserta en la uretra, se guía hacia un lugar donde se restringe la uretra, y luego se libera.
También sería una opción para tratar problemas de próstata
Los investigadores, del Centro Médico Weill Cornell en Nueva York en los Estados Unidos y la Universidad de Toronto en Canadá, concluyeron que la técnica también proporcionaba una opción de tratamiento “segura y rápida” para los hombres con hiperplasia prostática benigna.
Para estos casos, el stent tiene aproximadamente el tamaño de un clip, se implanta bajo anestesia local y luego se expande para abrir la uretra, el tubo por el que pasa la orina, que se estrecha cuando la próstata se agranda, causando problemas para ir al baño.
Más de la mitad de los hombres mayores de 50 años tienen hiperplasia prostática benigna y esto ocurre con frecuencia como parte del proceso de envejecimiento, estrechando partes del tracto urinario.
El profesor Raj Persad, cirujano urológico consultor del Hospital Southmead en Bristol, opina: “Esta parece una buena solución temporal, especialmente para aquellos que no son aptos para, o no quieren, la cirugía” y agrega que los pacientes pueden necesitar someterse a un anticoagulante para mantener los vasos sanguíneos sanos, lo que garantiza un buen funcionamiento eréctil.
Fuente: TN/Con Bienestar