Apesadumbrado por la derrota del oficialismo en las PASO Brieva apeló a una batería de analogías que generaron polémica y dejaron en un segundo plano su intento por hallar una explicación al voto castigo.
La duro revés que experimentó el domingo el oficialismo en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) obligó al gobierno a sentarse a definir la estrategia que desplegará en los próximos dos meses para intentar torcer la historia de acá al 14 de noviembre cuando se celebren las elecciones generales.
Brieva dijo comprender la frustración de quienes acompañaron al Gobierno y no encontraron las soluciones que esperaban pero cuestionó que la canalización a ese enojo fuera volver a votar al macrismo. “Que la conclusión sea me hago puto porque me llevo mal con mi mujer, no lo entiendo. Digo, cambio de opción sexual”, lanzó un apesadumbrado Brieva.
Y siguó: “¿Por qué el macrismo de nuevo? Cuando lo vi sentado de nuevo (por Mauricio Macri) con (Jorge) Lanata dije guau. Esas cosas no las puedo digerir”.
Brieva interpretó además que los militantes peronistas están frustrados con el Gobierno y se puso en la piel de esos votantes. “Me enojé loco, me dijiste que me ibas a dar de comer y no me das, vos eras el que daba de comer, el peronismo, pero no me diste”, sintetizó.
No pudo ocultar su desazón por el voto bronca en las urnas porque, aseguró, “te vas debilitando con elecciones como la de ayer, te vas debilitando en los medios. ¿Sabés lo que pasa? Que en 2015 nos pasó eso. Quedamos en la lona, perdiste el laburo, chupaste porongas para darle de comer a tus hijas, vos y todos los demás…”.
Y reclamó urgentes cambios de Gabinete. “Me decían que el cambio de gabinete estaba previsto para después de noviembre. ¿Por qué para después? Vamos a separarnos pero vamos a esperar a que los chicos tengan 18 años así están grandes. Separate ahora. ¿Por qué para después de noviembre los cambios de Gabinete?”, cuestionó.
“Lo que tenés que hacer cuando el jenga está de costado y es una cuestión de tiempo que se caiga, tenés que agarrar la mesa y tirar el jenga a la mierda y empezar todo de nuevo. Si no es una cuestión de tiempo y un cuello de botella como el que llegamos ahora”, sostuvo.
“La reacción ahora es como el tipo que no quiere perder a la mujer y empieza a hacer cosas, pero viste, ‘me perdiste hace seis años'”, cerró.