Hablar del suicidio y su prevención es una necesidad y una obligación que tenemos como sociedad, porque se trata de muertes evitables.
Necesitamos información para reconocer sus causas y señales, desaprender todas las creencias y los mitos culturales que hemos ido heredando para ofrecer una mirada consciente para las personas que tenemos más cerca.
Cuando hablamos de adolescentes, casi niños, y jóvenes, el fenómeno se torna más doloroso si cabe. Aunque no es nuevo que la muerte por suicidio es la primera causa de muerte no natural entre este grupo de la población, las cifras de tentativas y suicidios que conocemos de este último año pandémico han hecho saltar todas las alarmas en todo el mundo.
Y la pregunta que debemos hacer es: que puedo hacer yo para ayudar a estos niños y jóvenes?