Se trata de un tratamiento oral que podría evitar la mayoría de las cirugías para extirparlos.
Se estima que 26 millones de mujeres tienen fibromas uterinos, tumores no cancerosos que crecen dentro y fuera del útero. Los fibromas uterinos o miomas son una causa de hemorragia uterina anormal o de sangrados abundantes durante el periodo menstrual, ambos acompañados de intenso dolor. Se calcula que, solo en Estados Unidos, esta patología supone un gasto sanitario de 34.000 millones de dólares al año, ya que la opción más común de tratamiento es la cirugía.
La FDA aprobó la píldora diaria Myfembree para reducir el sangrado abundante debido a los fibromas, que pueden provocar anemia. Debido a las escasas alternativas para tratar esta afección, un equipo internacional de científicos y en el que también participa un investigador de la Universidad de Medicina de Chicago ha desarrollado una terapia combinada oral diaria que es fiable, segura y eficaz para el tratamiento a largo plazo de los fibromas uterinos. “Este descubrimiento es una nueva e importante herramienta que supondrá un importante avance”, expresó el autor principal del estudio publicado en el New England Journal of Medicine, Ayman Al-Hendy, profesor de obstetricia y ginecología y autor principal del estudio.
El tratamiento oral fue analizado y puesto a prueba durante un ensayo clínico de Fase III, consiste en una terapia combinada centrada en relugolix. Este fármaco es antagonista de la GnRH inhibe la producción de estrógenos y progesterona, las dos hormonas que impulsan el crecimiento de fibromas en el útero. Al-Hendy indicó: “Notamos una reducción de alrededor del 50% en el sangrado ya en el primer mes, del 85 al 90% muy rápidamente a partir del segundo”.
La terapia combinada con relugolix presenta una prometedora alternativa no invasiva a la extirpación quirúrgica del útero (histerectomía) o a la extirpación quirúrgica de los miomas (miomectomía). De acuerdo con los investigadores, estudios previos han demostrado que esta patología se desarrolla más comúnmente en mujeres afroamericanas, además de presentar una tasa de recidiva del 70% en este grupo poblacional. Aproximadamente la mitad de las participantes en el ensayo fueron mujeres afroamericanas en las que los miomas uterinos son cuatro veces más frecuentes.
Sin embargo, estudios anteriores con relugolix han evidenciado que este fármaco puede provocar síntomas menopáusicos -como sofocos, sudores nocturnos y una disminución de la densidad ósea- derivados de una deficiencia de estrógenos. Teniendo presente este factor, en el estudio internacional se combinó 40 mg de relugolix con pequeñas dosis de estrógeno (1 mg de estradiol) y progesterona sintética (0,5 mg de acetato de noretindrona).
Como se presenta en el artículo, la terapia combinada no solo evitó los síntomas de la menopausia, sino que produjo mejoras espectaculares en las medidas relacionadas con los fibromas uterinos. En dos sesiones del ensayo clínico de 24 semanas -un total de 770 pacientes-, el 73% y el 71% de las participantes, respectivamente, mostraron una mejora significativa en medidas clave como el volumen de pérdida de sangre menstrual, el dolor, la anemia, la angustia por las hemorragias vaginales o uterinas anormales y las molestias pélvicas.
“Esta terapia combinada es especialmente una gran opción para esta población más joven que quiere preservar su fertilidad. Pero hay muchos escenarios en los que creo que esta terapia supondrá un cambio de paradigma en el tratamiento de los miomas uterinos y mejorará la calidad de vida de las mujeres”, aseguró Al-Hendy, profesor de obstetricia y ginecología y autor principal del estudio.
Los pacientes pueden tomar el medicamento durante dos años. Si bien los especialistas a cargo de todo el proceso indicaron que no es una cura ni es adecuado para las mujeres que quieren quedar embarazadas, es una alternativa valiosa para contrarrestar efectos secundarios y reducir o postergar procesos quirúrgicos
Para estos últimos casos también se han presentado avances. Charles Ascher-Walsh es especialista en ginecología del Mount Sinai en Nueva York y lleva adelante la alternativa quirúrgica más moderna en el tratamiento de fibromas. “El procedimiento más nuevo que se está realizando para los fibromas es la ablación por radiofrecuencia -explica-, que consiste en introducir una aguja en un fibroma y administrar una corriente eléctrica”. De este modo se mata el tejido y con ello, se va encogiendo el fibroma.
Fuente: Infobae