La estrella pop detalló las numerosas restricciones personales con las que vivió bajo el acuerdo al que tildó como una “maldita crueldad” y remarcó: “Solo quiero recuperar mi vida. Han pasado 13 años y es suficiente”.
La justicia estadounidense dispuso este miércoles suspender la tutela legal que tenía Jamie Spears desde hacía 13 años sobre su hija, la cantante Britney Spears, mediante un arreglo legal al que la estrella pop tildó de “abusivo”.
La jueza Brenda Penny consideró las peticiones presentadas en la última audiencia del caso, llevada a cabo el pasado 14 de julio.
Britney detalló las numerosas restricciones personales con las que vivió bajo el acuerdo al que tildó como una “maldita crueldad” y remarcó: “Solo quiero recuperar mi vida. Han pasado 13 años y es suficiente”.
Según se denunció y de acuerdo a lo que se vio en “Controlling Britney Spears (Controlando a Britney Spears)” -el nuevo documental sobre la estrella realizado por el New York Times-, su padre había contratado a una empresa de seguridad que desplegó un sistema de vigilancia que incluía el monitoreo de las comunicaciones de la cantante y la grabación de audio dentro de su dormitorio.
Los letrados de la cantante señalaron que el documental revela “una invasión espeluznante e inconcebible de la privacidad de su hija adulta” de parte de Jamie.
Esta semana, el abogado de la estrella pop, Mathew Rosengart, presentó un documento en la Corte donde expresó: “Él debe ser suspendido el 29 de septiembre seguido por la rápida anulación de la tutela. Cada día que pasa con él como tutor, cada día y cada hora le causa angustia y dolor a su hija”.
Por su parte, durante la audiencia de este miércoles, miles de fanáticos de todo el mundo de la cantante se expresaron en su apoyo con el hashtag #FreeBritney.
A modo de argumentos, Rosengart expuso lo ocurrido durante estos últimos 13 años: “Sabés lo que realmente molesta a mi cliente. Que su padre, que no hace nada, no es un gerente de negocios o de talentos, que es abusivo, cruel y tóxico, toma más dinero de su patrimonio cada mes del que él le permite tener”.
“Déjame ser claro. Ella no quiere resolver nada con su padre. No quiere mediar con él”, agregó el letrado en referencia a la nula relación que existe entre las partes.
La jueza Penny suspendió el poder que le permitía al padre de la artista tener el control de la fortuna de casi 60 millones de dólares y la carrera profesional de su hija.
Según relataron medios de Estados Unidos, en la audiencia se designó al contador John Zabel como reemplazo, mientras que la curadora Jodi Montgomery, que maneja su bienestar diario y sus decisiones médicas, aún permanecerá en ese rol.
La abogada de Jamie, Vivian Thoreen, adelantó que quería apelar esta decisión, pero la magistrada le aclaró que no será posible ya que dictaminó bajo un estatuto inapelable.
La próxima audiencia que definirá los pasos a seguir será el 12 de noviembre.
Mientras tanto, los abogados de la estrella pop piden una transición “lógica, razonable y orgánica” hasta que Britney sea finalmente libre.