Un grupo de médicos del dispositivo covid-19 del hospital Carrasco de Rosario, denunció que el municipio les reducirá un 70% sus puestos laborales en septiembre y cerca de 30 profesionales quedarán sin trabajo.
Este miércoles a las 12hs se manifestarán en las puertas del Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Rosario (Cemar) -de Moreno y San Luis- para exigir respuestas.
Gerardo Díaz, uno de los médicos que trabaja en el Carrasco, contó que están trabajando “desde hace más de un año de manera continua”. Y agregó: “Trabajamos unos 30 médicos a los que se suman enfermeros, personal administrativo, bioquímicos y kinesiólogos. Todos somos monotributistas contratados por la Municipalidad con un convenio con el Colegio de Médicos”.
Los médicos aseguraron que “nunca hubo un comunicado oficial” y que tuvieron contacto con los coordinadores directos del dispositivo y de la dirección del hospital, pero no con las autoridades sanitarias” del Ejecutivo que conduce el intendente Pablo Javkin.
“Nos informaron que en septiembre iban a reducir un 70% el horario de atención en el dispositivo. Eso implica que van a reducir la cantidad de profesionales. Algunos tenemos otros trabajos, pero otros cumplen hasta 200 horas mensuales”, explicó Díaz a El Ciudadano.
En ese marco, el viernes pasado y bajo el lema “Se escribe esenciales se pronuncia descartables”, los profesionales se concentraron frente al hospital, sin cortar la calle, y pidieron a los automovilistas que tocaran bocina para adherirse al reclamo.
“Te sentís descartable. Hay compañeras y compañeros que están desde el primer momento poniendo el pecho a la pandemia. El Colegio de Médicos, que debería ser el que vela por nuestros derechos, fue garante y cómplice. No aportó nada”, lamentó el profesional.
“Los casos bajaron y pasamos de atender a 7.000 personas en mayo, a 3.000 actualmente. En las últimas tres semanas testeamos a unas 170 personas por día”. Y amplió: “La variante Delta está acechando. Desde el punto de vista epidemiológico hay que seguir haciendo testeos ante un caso sospechoso y detectar si los positivos son de esa cepa. No es un momento para relajarnos”, explicó Díaz.
“Estamos precarizados. Cobramos poco más de 500 pesos la hora. No hay una versión oficial, pero la semana pasada tuvimos una reunión con la coordinación del dispositivo y aparentemente van a desmantelar todos porque hay menos trabajo. Presentamos una nota en la Secretaría de salud de la Municipalidad, en el Colegio de Médicos y a la Dirección del hospital pidiendo una audiencia. Cuando estamos estallando de casos servimos”, concluyó.
