Existen ingredientes que, a raíz de su poder antiinflamatorio y antibiótico, ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro y ciertas enfermedades.
La alimentación, junto con la actividad física, resulta clave para una vida sana. La palabra “antioxidante” está estrechamente ligada a los alimentos y la buena nutrición. Se trata de moléculas presentes en el cuerpo y se encuentran en alimentos de origen vegetal que contrarrestan el estrés oxidativo del organismo, que ocurre cuando existe un desequilibrio entre la producción de radicales libres que dañan las células y la capacidad del cuerpo para contrarrestar sus efectos dañinos.
Cynthia Sass, autora de bestsellers del New York Times y nutricionista de rendimiento de práctica privada, explicó en un artículo publicado en Health que los radicales libres se forman como un subproducto del metabolismo normal y en respuesta al ejercicio, la exposición al sol y los contaminantes ambientales como el smog y el humo del cigarrillo. “El estrés oxidativo desencadenado por los radicales libres daña las células sanas y se cree que desempeña un papel en una variedad de enfermedades, como el cáncer, la diabetes, la enfermedad de Alzheimer, el parkinson y las enfermedades cardíacas. El estrés oxidativo también afecta negativamente al envejecimiento”, sostuvo.
En ese sentido, la especialista aseveró que los antioxidantes sirven esencialmente como “guardaespaldas para proteger las células sanas de los ataques de los radicales libres”. Al hacerlo, ayudan a mantener una función fisiológica adecuada y a proteger su salud.
Según precisó, hay miles de sustancias que actúan como antioxidantes: desde la vitamina C hasta los flavonoides y los polifenoles. “Una amplia gama de alimentos de origen vegetal proporciona antioxidantes, por lo que son fáciles de conseguir. Algunas de las principales fuentes incluyen bayas, cacao, hierbas y especias, porotos, alcachofas, manzanas, nueces y semillas, cerezas, verduras de hojas verdes oscuras, café y té, cereales integrales, uvas, tomates, papas y batatas, palta y granada”.
Cómo aumentar tu ingesta de antioxidantes
así como de vitaminas, minerales y fibra, se aconseja buscar una variedad de grupos de alimentos vegetales de diferentes colores. “A mis pacientes, les sugiero que incluyan cinco tazas de verduras y dos tazas de fruta en las comidas diarias. Por ejemplo, una taza de verduras en el desayuno, dos en el almuerzo y dos en la cena, además de una de fruta en el desayuno y otra como parte de un refrigerio diario”, reveló la especialista.
Otra forma de aumentar la ingesta de antioxidantes es reemplazar los alimentos procesados con alimentos integrales de origen vegetal. “Cambie un pastel de desayuno por un tazón de ‘zoats’ (avena de calabaza) cubierto con frutas y nueces. En lugar de un sándwich o una envoltura, opte por un tazón hecho con una generosa base de verduras cubiertas con porotos, arroz integral y palta condimentada. Coma frutas con nueces o semillas, o verduras con hummus. Satisfaga su gusto por lo dulce con chocolate negro. Espolvoree canela en su café matutino e infunda agua o té con hierbas ricas en antioxidantes y trozos de fruta. Elegir alimentos ricos en antioxidantes puede elevar la calidad nutricional general de su dieta”, sostuvo.
Sin embargo, el objetivo no es acumular tantos antioxidantes como sea posible. Existen suplementos de antioxidantes en dosis altas, pero no son la mejor manera para proteger el cuerpo. “Algunas investigaciones han relacionado el uso de suplementos de betacaroteno en dosis altas con un mayor riesgo de cáncer de pulmón en los fumadores. La ingesta de suplementos en dosis altas del antioxidante vitamina E se ha asociado con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular hemorrágico y cáncer de próstata”, advirtió la especialista.
Por eso, para la profesional, la mejor manera de consumir antioxidantes es en alimentos integrales de origen vegetal. “Esto se debe en parte a que los antioxidantes trabajan en sinergia entre sí y con otros compuestos bioactivos. En otras palabras, son un ingrediente de una receta compleja para la protección de la salud”, señaló.
Por último, la nutricionista concluyó que los antioxidantes son un aspecto importante de la nutrición proactiva y pueden ayudar a combatir el envejecimiento y las enfermedades crónicas: “Por estas razones, pueden ayudarlo a verse y sentirse mejor. Sin embargo, no deben usarse en forma de suplementos para tratar una afección médica sin la supervisión de su médico. Para aprovechar mejor los beneficios de los antioxidantes, consígalos a partir de alimentos integrales o productos elaborados con ingredientes de alimentos integrales, ya que es la forma más deliciosa y satisfactoria de obtener su dosis diaria”.
Fuente: TN/Con Bienestar