Productores de Río Colorado y Valle Medio apuestan a la ganadería regenerativa, una alternativa más ecológica, sostenible y rentable que las formas de explotación tradicional.
El sector ganadero se enfrenta a mercados cada vez más exigentes, que demandan una responsable gestión ambiental y un verdadero cambio de paradigma.
En esa línea, el INTA y el Programa Ganadero de Río Negro promueven la implementación de un manejo integral llamado “ganadería regenerativa”: un sistema que imita los ciclos de la naturaleza con el objetivo de restablecer y potenciar el funcionamiento de los ecosistemas, reducir los efectos del cambio climático, mejorar la rentabilidad, el bienestar animal y el de las personas que trabajan en el campo.
“El modelo propone que las familias del sector tomen las riendas de sus sistemas productivos a través de la planificación, una mayor presencia en el campo y el consecuente control de distintos procesos adaptados a su realidad y a las características de cada lugar”, señaló Antonia Devesa, extensionista de la agencia del INTA Río Colorado.
Se propone un abordaje integral (holístico) que busca restablecer el equilibrio de suelos y pastizales, devolver biodiversidad a los ecosistemas, aumentar la rentabilidad con bajo nivel de insumos, mejorar el bienestar animal y la calidad de la carne.
“La clave para regenerar el ecosistema está en el manejo del pastoreo”, indicó la especialista y explicó que este planteo propone concentrar a los animales en potreros por un determinado tiempo y luego trasladarlos a otros espacios para que las diferentes plantas (las más y las menos preferidas por los animales) queden en igualdad de condiciones de rebrotar y recuperarse.
“Ese tiempo de descanso es una herramienta fundamental en la recuperación de todos los procesos naturales que suceden en el agroecosistema ganadero, porque permite una mayor estabilidad y un mejor manejo de los recursos disponibles”, dijo Devesa. Además de garantizar una mayor reserva de alimento para los animales, la propuesta permite un mejor aprovechamiento del agua y de los nutrientes del suelo en zonas que atraviesan situaciones de estrés hídrico frecuente.
Otro aspecto es que la ganadería regenerativa permite obtener grandes cantidades de dióxido de carbono (uno de los principales gases que afectan el calentamiento global) y “guardarlo” en el suelo de manera segura a través de prácticas ecológicas.
Según el especialista argentino Pablo Borrelli, un estudio científico afirma que por cada kilo de carne producida a pasto se pueden “secuestrar” seis kilos de dióxido de carbono, y además se retiran las emisiones de los vacunos del aire.
“Es válido pensar que este tipo de modelo podría reposicionar al productor ganadero como parte de la solución al cambio climático, y no del problema”, sostuvo Devesa.
La ganadería regenerativa cobra cada vez mayor relevancia en algunos países productores de carne y en la Argentina existen varias experiencias exitosas que comenzaron desde el año 2003.
Este año, el INTA Alto Valle puso en marcha un proyecto que abarca nueve experiencias de aprendizaje en establecimientos dedicados a la cría bovina en Río Colorado, Luis Beltrán y Choele Choel, donde técnicos y productores comparten prácticas y saberes para encontrar mejores resultados económicos, medioambientales y sociales para la actividad y las familias involucradas.
En esta iniciativa también participa el Programa Ganadero que brinda la asistencia técnica y financiera en este proceso.
El foco está en la cría de bovinos y se trabaja sobre la evaluación de pastizales, la planificación del pastoreo, el ordenamiento del rodeo y en nuevas metodologías desde un punto de vista holístico y en concordancia con los objetivos de las familias productoras involucradas.
La ganadería regenerativa implica un trabajo gradual de formación, entrenamiento y aprendizaje grupal, al que se espera que cada vez más productores se sumen.
“Una buena gestión de los pastizales naturales y un adecuado manejo ganadero son algunos de los aspectos más importantes para resguardar los servicios ambientales y lograr producciones sustentables capaces de adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado y del ambiente”, concluyó Devesa.
Fuente: Noticias AgroPecuarias