Carlos Argüelles fue acribillado desde un auto. Había sido mano derecha de Esteban Alvarado, jefe de una organización ilícita con vínculos narcocriminales.
Un hombre que era testigo protegido en una causa por asociación ilícita contra su ex jefe fue asesinado este lunes a balazos cuando se encontraba en una estación de servicio de la zona oeste de Rosario.
La víctima fue identificada como Carlos Héctor Argüelles, quien fuera mano derecha de Esteban Alvarado, jefe de una organización ilícita con vínculos narcocriminales, y había declarado en su contra.
El ataque se produjo este lunes por la tarde en el taller que Argüelles tenía en la zona de Garay al 3500.
Argüelles recibió dos disparos en la cabeza y uno en el glúteo derecho, delante de su esposa e hijos.
De acuerdo con el diario La Capital, llegó en grave estado al Hospital de Emergencias “Clemente Alvarez” (HECA) donde falleció a las 18.50.
El ataque, de acuerdo a testigos, fue cometido por dos hombres y una mujer, que se movilizaban en un VW Fox, color rojo, desde donde efectuaron múltiples disparos.
Argüelles ya había sido víctima de un ataque a tiros el 28 de enero pasado cuando circulaba en una Ford Ecosport junto con su esposa y dos de sus hijos por Gaboto al 5500, en el barrio Triángulo. Según relató a la Policía, un auto color gris y una moto que aparentemente oficiaba como apoyo de los atacantes, se les puso a la par y les dispararon varias veces.
Días después dijo a La Capital que ese había sido el tercer ataque a tiros contra él. “Es la tercera vez que me amenazan o bien me entero que van a matarme. Cuando tomé la decisión de declarar, en el futuro juicio a Alvarado, sabía a lo que me arriesgaba; pero creo que es un acto justo declarar y que Dios me protege. Estuve muchos años con Alvarado y no hay detrás de mí ninguna historia oscura, soy un hombre que cometió errores y estoy dispuesto a afrontarlos y a disposición total de la Justicia. Temo por mi vida, pero esta vez atentaron contra mi familia, eso ha creado un malestar en mucha gente”.
“Sé que desde el Ministerio Público -añadió- van a tomar otras medidas para cuidarme. Lo importante es que pueda estar tranquilo y con mi familia en paz. No hay muchos hombres que tomen mi decisión y lo hago por que en un momento me dije que la pesada mochila de haber sido testigo de algunas cosas la quiero dejar acá, en la tierra, y en los lugares donde se debe dejar”.
Por ese ataque hay cinco imputados: en abril acusaron a uno de los sicarios, Gabriel González, y al taxista Jorge Inocencio Ojeda, quien según la causa hizo un seguimiento sobre Argüelles en octubre de 2020, meses antes de que se concretara el hecho para marcarle a los agresores donde lo podían emboscar.
Y en agosto imputaron a Alejandro Isaías “Chucky Monedita” Núñez, acusado de haberlo instigado desde la cárcel, Jonatan Ribles y Andrés Bladimir “Colo” Navarro.
Argüelles había quedado preso por el crimen de un hombre que lo había denunciado por robarle la moto. También había sido señalado en junio de 2016 en audiencia imputativa por los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada Matías Edery y Luis Schiappa Pietra como testaferro de Alvarado. Argüelles era un mecánico de 46 años que se encargaba de “emponchar” y acondicionar autos a Alvarado. En julio de 2019 accedió a una morigeración de prisión preventiva y si bien continuaba ligado al proceso judicial podía circular en libertad.