La mayoría está dedicadas a la producción de alimentos y de manufactura.
En el contexto de los esfuerzos del presidente Miguel Díaz-Canel para modernizar la golpeada economía cubana -afectada por el bloqueo, pero también por la inflación y la contracción del turismo por la pandemia-, tras una resolución gubernamental se crearon las primeras 35 micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
Uno de los datos más interesantes es que mientras la abrumadora mayoría se tratan de emprendimientos privados (32) sólo tres son estatales. De ellos, 15 se tratan de nuevos emprendimientos, mientras los 20 restantes son reconversiones de actividades de trabajadores privados o por cuenta propia a la nueva forma de gestión no estatal.
En agosto, el gobierno cubano aprobó una serie de decretos-ley para reconocer y ampliar la gestión de las micro (de 1 a 10 empleados), pequeñas (de 11 a 35) y medianas (de 36 a 100) empresas; las cooperativas no agropecuarias; y el trabajo por cuenta propia como actores económicos.
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Las empresas no tienen límite de socios siempre que cumplan con el número de empleados establecido en la ley.
Tomando el detalle por rubro 13 están dedicadas a la producción de alimentos; seis a la manufactura; tres están relacionadas con actividades de reciclaje y otras 3 fueron desarrolladas en el Parque Científico y Tecnológico de La Habana.
Y es que estas nuevas empresas no pueden dedicarse a sectores considerados “estratégicos” para el Estado cubano como salud, telecomunicaciones, energía, defensa, prensa, entre otros.
Diez de ellas ya han realizado operaciones de exportación y cinco pertenecen a proyectos de desarrollo local, según un reporte de la Agencia Cubana de Noticias (ACN).