Un estudio de la Universidad de California asegura que la prolactina que se genera durante el amamantamiento puede tener un efecto neuroprotector a largo plazo en las mujeres.
La nutrición es un factor muy importante para el crecimiento físico y mental de los niños ya que en los primeros tres años de vida se desarrolla el 85% del cerebro. Todo lo que se haga en este período es una inversión para toda la vida. Al parecer, los beneficios del amamantamiento no son sólo para los recién nacidos, sino también para las madres.
Un estudio de la Universidad de California, en Estados Unidos, analizó los efectos a largo plazo de la lactancia materna sobre la salud mental de las mujeres y arrojó datos alentadores: dar el pecho ayuda a prevenir el deterioro cognitivo.
Los investigadores comprobaron que las mujeres mayores de 50 años que habían amamantado a sus bebés tenían mejores resultados en las pruebas cognitivas en comparación con aquellas que nunca les habían dado el pecho a sus hijos.
La lactancia materna y sus efectos protectores
Al parecer, la lactancia materna tiene un efecto neuroprotector una vez pasada la menopausia. Según los especialistas, eso se debe a la prolactina, la hormona que estimula la producción de leche materna. En animales, varios científicos han demostrado que regula la neurotransmisión y que tiene efectos antiinflamatorios y antiapoptóticos, es decir, previene la muerte celular.
Es sabido que la lactancia materna reduce el riesgo de diabetes tipo 2, ayuda a regular el estrés, reduce el riesgo de depresión posparto, previene enfermedades cardíacas y promueve el vínculo afectivo con el bebé.
Sin embargo, poco se ha estudiado los efectos del amamantamiento en el área cognitiva. “Son pocos los estudios que han analizado el impacto de la lactancia en la cognición. Sin embargo, hay muchos indicios para pensar que amamantar también puede tener un efecto protector sobre la memoria”, dijeron los especialistas de la Universidad de California.
¿Cómo se realizó el estudio científico?
Para llegar a esas conclusiones, los expertos analizaron los datos de 115 mujeres. Todas ellas, revelaron los especialistas, fueron sometidas a “medidas psicológicas para medir el aprendizaje, el retraso de la memoria, el funcionamiento ejecutivo y la velocidad de procesamiento”. A su vez, debieron responder un cuestionario personal sobre su primera menstruación, la cantidad de embarazos, el tiempo de amamantamiento con sus bebés y la edad en que llegaron a la menopausia. Ninguna de ellas contaba con trastornos neurológicos o psiquiátricos.
Tras el análisis exhaustivo de los estudios, los investigadores comprobaron que el 65% de las mujeres había amamantado a sus bebés. Ellas, además, obtuvieron mejores resultados en las cuatro pruebas cognitivas que aquellas que nunca habían dado el pecho.
Los especialistas concluyeron además que el tiempo de lactancia es clave: quienes habían amamantado por más tiempo, entre 1 y 12 meses, rindieron mejor en los tests cognitivos. Por el otro lado, aquellas que no habían amamantado tuvieron puntuaciones bajas en dichas pruebas. Tal es así que los expertos llegaron a la conclusión de que la lactancia tiene un efecto neuroprotector en las mujeres que le dan el pecho a sus hijos.
Fuente: TN/Con Bienestar