Entidades bancarias del país detectaron un fuerte aumento de la circulación de los billetes falsos. Comerciantes y ciudadanos, las víctimas de estas estafas.
Entidades bancarias alertaron por un fuerte aumento de la circulación de billetes falsos, especialmente en los de alta denominación (de 500 y 1000 pesos). Los especialistas explican que hay un incremento del 35 al 40% de este delito y aconsejan estar muy alertas para evitar el engaño, padecido por comerciantes y ciudadanos mediante estafas cotidianas. La situación es tan alarmante que ya es una postal corriente la exposición de estos billetes truchos en los negocios de barrio.
De acuerdo a lo que pudo averiguarse, con la suba de la inflación y el aumento de la impresión de papel moneda, paralelamente han aumentado las falsificaciones, dicen los expertos. Según datos del BCRA, desde septiembre del año pasado se imprimieron 1.118 millones de billetes, a razón de 80 mil unidades de alta denominación por hora.
En ese contexto, los falsificadores hacen su negocio por lo que es aconsejable estar muy atentos para detectar las falsificaciones, advirtieron. “En mi negocio no paro de detectar billetes falsos. Tengo dos en la vidriera para que los estafadores sepan que estamos atentos, pero también circulan en manos de gente que fue engañada”, dijo un comerciante de Lomas del Mirador.
El perito calígrafo Hernán López Peña explicó que “afortunadamente los falsificadores en Argentina no son muy buenos y la calidad de las falsificaciones es generalmente mala, por lo cual detectarla es bastante fácil”.
El experto dijo que no hay una fórmula para individualizar los billetes apócrifos y que lo mejor es la experiencia del billete genuino, que en Argentina se confecciona con sistemas complejos y bajo estrictas medidas de seguridad, justamente para evitar las copias falsas.
“Nuestros billetes pasan por tres sistemas de impresión (tipografía, calcolgrafía y offset), que son muy complejos de reproducir por los falsificadores. Por ejemplo, hasta ahora nunca se vio que usaran calcografía”, explicó López Peña en A24.
La textura del papel, la marca de agua, la transparencia, el filamento de seguridad (que es un procedimiento muy costoso), la luz ultravioleta, son algunas de los recursos que pueden ayudar a determinar si un billete es falso.
El papel moneda tiene un tacto diferente al papel común, su aspereza y su flexibilidad son fácilmente identificables. Por eso si se lo nota muy suave o demasiado rígido, hay que desconfiar. Además, la impresión calcográfica les da cierto relieve a las figuras, que se detecta pasando el dedo.
Otro recurso es mirar el billete a contraluz para verificar la marca de agua (que debe revelar un hornero con el número 1000), el hilo de seguridad secundario (más fino que el principal y que solo se ve a contraluz) y la inscripción: “$1000 BCRA”.
Por otra parte, los billetes genuinos tienen palabras y números impresos en letras tan pequeñas que sólo pueden distinguirse con lupa o acercando el ojo al papel. Si estos elementos no aparecen con toda nitidez quiere decir que el billete es falso.
Si todavía quedan dudas, se puede exponer el billete a la luz ultravioleta para asegurarse de que aparezcan las medidas de seguridad restantes como pequeñas fibras distribuidas al azar en el papel, que se iluminan en tres colores: turquesa, azul y rojo.
O el hilo de seguridad secundario, que adquiere luminiscencia amarilla, al igual que los motivos impresos en violeta presentes en distintas partes del billete y el número único del billete, que aparece dos veces en el reverso.
Bajo luz ultravioleta, el que está en sentido vertical adquiere luminosidad roja y el que está en sentido horizontal brilla en amarillo.
Con respecto a los billetes de $ 500, las medidas de seguridad son muy similares a las de los de $ 1000 y en su caso, la clave es tocar el retrato del yaguareté y sentir la impresión en relieve.
Los expertos señalan que la primera regla es desconfiar y estar alertas en los casos en que la suma es grande y el apilamiento de muchos billetes puede ocultar el intercalamiento de algunos billetes falsos.
Por último, López Peña destacó que los cajeros automáticos tienen sensores que detectan las anomalías en los billetes, por lo que la extracción en estas máquinas es bastante segura. Al contrario, advirtió por los fallos que suelen tener las máquinas de contar billetes.