Así lo manifestó el concejal rafaelino Lisandro Mársico, al hacer referencia a los proyectos que se tratarán el jueves sobre fitosanitarios.
Este jueves, el Concejo Municipal de Rafael debatirá tres proyectos respecto del límite agronómico sobre donde se puede y donde no aplicar fitosanitarios o agroquímicos.
El que más chances de aprobarse tiene es el de Juntos por el Cambio. En este se prevé mantener los actuales 200 metros, pero definir que en sólo 50 no puede haber ninguna aplicación y habilitar los de base biológica en los otros 150 m. Ese límite podría ampliarse recién en 2025, con la simple firma del intendente, ad referendum del Instituto para el Desarrollo Sustentable y el Consejo Ambiental.
El del concejal demoprogresista (FPCyS), Lisandro Mársico es el más conservador de todos: mantiene la distancia y aumenta los controles. Y el primero que se va a votar es el del PJ, presentado por Brenda Vimo, que promueve ampliar el límite agronómico hasta 1.000 metros.
En ese sentido, Mársico visitó la Estación Experimental INTA Rafaela, donde fue recibido por profesionales y especialistas en diferentes áreas, quienes les manifestaron su preocupación sumada a una gran impotencia, por el proyecto sobre fitosanitarios ingresado por el bloque justicialista, que propone una zona de exclusión de 1000 metros desde el área urbanizada, en la cual no se autoriza ningún tipo aplicación con agroquímicos.
En diálogo con Radio EME, el concejal Lisandro Marsico, indicó que “estamos muy conmocionados por el tema del proyecto de justicialismo que estos mil metros afectaría 10 tambos, contando los tres del INTA donde, en esos tambos hay dos cabañas de 100 años, tendrían que cerrar esas cabañas porque están dentro de los mil metros”.
En este sentido agregó que “10 tambos prácticamente deberían cerrar sus puertas y dentro de estos 10 está incluido el INTA”.
Mársico agregó que “no entendemos este proyecto del justicialismo que tanto daño le generaría a la producción y a la investigación”.
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