Aunque sería ‘moderado’ y se terminaría antes, según el Inta Castelar que pronostica que los próximos meses serán de calor y escasas lluvias.
El Centro de Investigaciones de Recursos Naturales de la sede Castelar del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria indicó que el ciclo de condición seca se ampliará hasta marzo con menores precipitaciones que lo esperado para esta época del año. Este pronóstico se enmarca en un escenario de escasez hídrica y elevadas temperaturas, en algunos casos con récords, que se registra en gran parte del territorio nacional.
Mercuri detalló que “históricamente suelen presentarse de forma moderada, con una menor intensidad y finalizan antes, lo que posibilita una mejora en el régimen de precipitaciones, más generalizadas, para fines de enero y durante febrero”.
Y, en un contexto de toma de decisiones para la siembra de la gruesa, Mercuri subrayó: “Cuando hay mucha incertidumbre en el clima y vienen perspectivas deficitarias resulta clave saber la cantidad de agua disponible en el suelo y el pronóstico a corto plazo”.
Asimismo, indicó: “Estamos viendo un cambio en las condiciones del clima y podemos estimar una ampliación de este ciclo de condición seca”, subrayó el especialista. De todos modos, reconoció que esta condición de déficit será “muy variable por zonas” porque, por lo general, las precipitaciones en años Niña son aisladas y muy dispares entre localidades.
Con respecto a los últimos registros de picos de temperatura, el especialista reconoció que “incrementan la evapotranspiración y la pérdida de agua, especialmente, en la capa arable, en el horizonte superficial”. En esta misma línea, explicó que “vino un frente que atravesó nuestra región que dejó precipitaciones”. Fueron más intensas en el oeste de la región Pampeana, en NOA y Cuyo y mermaron hacia el este como la zona núcleo, Entre Ríos y norte de Buenos Aires.
Por último, aseguró que “desde 2003, se observa que las primaveras son deficitarias y se demora la salida del invierno”. De allí, esa percepción generalizada de que estamos siempre esperando las lluvias, al inicio de la primavera para poder recuperar el agua almacenada en el suelo.