Es la arritmia más común y también es el principal riesgo asociado al ataque cerebrovascular (ACV).
El consumo moderado a excesivo de alcohol durante un período prolongado puede aumentar el riesgo de un tipo peligroso de arritmia en adultos menores de 40 años, según un nuevo estudio de Corea del Sur.
La Fibrilación Auricular (FA) altera el flujo normal de sangre a través del corazón, lo que puede conducir a la formación de coágulos sanguíneos causando un accidente cerebrovascular (ACV).
“La persona puede sentir el latido apurado del corazón, una molestia en el pecho o, en algunos casos, puede descompensar una cardiopatía previa”, advierte Juan José Herrera Paz (M.N. 85.175), jefe de Cardiología de Fleni, y agrega que las últimas guías para el diagnóstico y tratamiento de la fibrilación auricular (FA) confirman que los factores de riesgo para una enfermedad cardiovascular terminan siendo de prevención también para la fibrilación auricular.
Estudios anteriores ya habían relacionado un mayor consumo de alcohol con un mayor riesgo de FA, pero hubo poca investigación en adultos más jóvenes, reconoce el investigador codirector del estudio, el doctor Minju Han, residente de tercer año en medicina interna en el Hospital de la Universidad Nacional de Seúl.
“Los jóvenes confiamos demasiado en nuestra salud, y pensamos que nunca nos enfermaremos porque somos jóvenes”, revela Han, de 29 años. “Sin embargo, cuando la fibrilación auricular se diagnostica a una edad temprana, la duración de la enfermedad es más larga y eso causa un mal pronóstico”.
El examen de la fibrilación auricular en adultos jóvenes
Los investigadores examinaron los registros de más de 1,5 millones de surcoreanos de 20 a 39 años sin fibrilación auricular que se habían sometido a chequeos anuales de 2009 a 2012. Los datos son del Sistema Nacional de Seguro de Salud, que es obligatorio y requiere que todos se sometan a un chequeo cada uno o dos años. Incluye preguntas sobre el consumo de alcohol.
Alrededor del 42% de los participantes informó haber bebido en forma moderada o en exceso durante los cuatro años anteriores, y la mayoría eran hombres.
Durante un período de seguimiento de aproximadamente cinco años y medio, la tasa general de FA fue baja: 0,2%. Pero el riesgo fue hasta un 25% más alto entre los que habían reportado beber de manera moderada o en exceso en comparación con los no bebedores o bebedores ocasionales.
El consumo de alcohol y el riesgo de padecer fibrilación auricular
El consumo moderado se definió como el equivalente semanal a 7,5 bebidas estándar. El consumo excesivo de alcohol se definió como al menos 15 bebidas cada semana. Una bebida estándar es generalmente equivalente a 350 centímetros cúbicos de cerveza, 150 de vino o 0,45 de licor fuerte. Para los adultos que eligen beber, las pautas dietéticas recomiendan no más de dos bebidas por día para los hombres y una para las mujeres.
El estudio encontró que aquellos que reportaron haber bebido en exceso durante los últimos cuatro años tenían un riesgo 47% mayor de padecer fibrilación auricular en comparación con los no bebedores. Los investigadores controlaron numerosos factores, incluida la edad, el sexo, el tabaquismo, el nivel de ejercicio y una variedad de afecciones relacionadas con problemas cardíacos.
Los hallazgos, presentados a principios de este mes en la conferencia virtual de Sesiones Científicas de la Asociación Estadounidense del Corazón, se consideran preliminares hasta que se publique un artículo completo en una revista revisada por pares.
“Este es el primer estudio que demuestra el efecto del alcohol en una población más joven”, señala el doctor Peter Noseworthy, electrofisiólogo y profesor de medicina de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, que no participó en el estudio. “Y aunque los riesgos absolutos son pequeños en ese grupo de edad, debido a una muestra muy grande, los autores demuestran claramente un efecto relacionado con la dosis del alcohol en el riesgo de fibrilación auricular, similar a lo que hemos visto en poblaciones mayores”.
Cuando alguien en sus 20 o 30 años desarrolla fibrilación auricular, dijo, “no es raro que parezca que el alcohol es al menos un factor exacerbador. Por lo tanto, creo que es importante para nosotros hablar con nuestros pacientes sobre eso, y es bueno tener alguna evidencia más definitiva de que hay una asociación allí”.
Fuente: TN/Con Bienestar