El Dr. Juan Enrique Romero atiende su consultorio, tiene una larga trayectoria como docente y ocupó cargos públicos, pero por sobre todas las cosas es un gran comunicador. Su larga participación en los medios de comunicación lo ha convertido en el veterinario más conocido de la Argentina
En esta oportunidad Ariel Bulsicco lo convocó para saber qué podemos hacer con nuestros mejores amigos, perros y gatos, cuando no estamos en casa o salimos todo el día a cumplir con nuestras obligaciones. Además de cómo actuar en estas fiestas ante la gran cantidad de pirotecnia.
Muchas veces la preocupación por el bienestar del animal durante la ausencia de quienes son responsables condiciona el destino y el tiempo en el que se van a extender los días de descanso en el caso de las vacaciones. Y estos son solamente algunos de los múltiples escenarios que hay que considerar sobre todo ante la presencia de una mascota que padece ansiedad y es hiperactiva.
Entre estas circunstancias, Romero citó al híper apego, como una condición en los perros que va de la mano de los modos de vida de la sociedad actual: hoy mucha gente vive sola o simplemente en pareja con no más de dos hijos. “Esto hace que nos apeguemos más a nuestras mascotas, generando en el animal una patología que surge como consecuencia de esto que es la ansiedad por separación”, explicó.
Pero qué sucede con estas mascotas cuando uno no está en casa. Lo que suele pasar cuando se quedan solos, por ejemplo, es que ladran de manera compulsiva, rasgan las paredes con sus patas o se autoflagelan su cuerpo. “Esta situación se magnifica si la persona vive en un departamento donde el perro desde las 8 de la mañana hasta la noche que vino el tutor se la pasó ladrando de forma compulsiva”, advirtió Romero.
Asimismo, sobre cómo encontrar una salida a este problema, aconsejó acudir a un médico veterinario, pero no cualquiera ya que debe tener las herramientas terapéuticas necesarias para llevar adelante un tratamiento de estas características.
Dijo Romero que esta práctica médica tiene dos ejes: el de la medicación, que no significa sedar al animal, sino poner en uso una serie de ansiolíticos que son de difícil manejo sin la expertis del veterinario y el adiestramiento, que se lo denomina como “la desensibilización y contra condicionamiento”, esto siempre y cuando la patología esté instalada.
Además y cerca de las fiestas también preocupa la salud mental y tranquilidad de nuestras mascotas. El veterinario señaló que “es muy difícil ante a la emergencia de la pirotecnia dar una solución definitiva”.
Pero “la primera de las grandes soluciones es que el mono vestido que se llama hombre que pretendiendo imitar una tormenta hace daño a los que más quiere, falta conciencia social en Argentina, entender que si mi perro hace caca en la vereda del vecino me estoy haciendo caca en el vecino”, manifestó.
Romero aseguró que la sensación del perro ante la pirotecnia es como si fuese una tormenta sorpresiva que no se anticipó con el cambio atmosférico, que siempre sucede antes de este episodio climático por la ozonización del ambiente.
“Lo perciben con el olor a tierra mojada la que nosotros percibimos media hora antes y los perros seis horas antes. En estas situaciones, si estamos con él, no debemos sobreprotegerlo y si nos vamos a pasar las fiestas a otro lado no dejarlo atado, en una terraza o lugares donde haya claraboyas o puertas de vidrio para que no se dañe y si hay que sedarlo solo con la indicación de nuestro veterinario de confianza, pero haciendo una prueba previa porque son medicaciones que pueden tener efecto paradojal”, explicó finalmente el veterinario