Tras la aparición de la nueva variante Ómicron del coronavirus, advirtieron que dos medicamentos que se han estado utilizando para combatir las infecciones, probablemente no sean eficaces contra la cepa.
Tras en surgimiento de la nueva variante Ómicron del coronavirus, los casos de contagios son cada vez más altos y se producen a grandes pasos. Es así como algunos hospitales en Estados Unidos, advirtieron que los dos medicamentos standard que han estado utilizando para combatir las infecciones, probablemente no sean eficaces contra la variante.
Los mismos se tratan de Regeneron y Eli Lilly, quienes durante más de un año han sido los tratamientos usuales para las fases tempranas del coronavirus, gracias a la capacidad de prevenir síntomas graves y con ello, evitar la necesidad de hospitalización.
Recientemente, en diversas pruebas llevadas a cabo en los laboratorios, indicaron que son menos potentes contra Ómicron, ya que contiene decenas de mutaciones que dificultan para los anticuerpos atacar el virus. Por otra parte, una tercera droga de anticuerpos, parece ser la mejor posicionada para combatir a la nueva variante.
La misma es producida por la farmacéutica británica GlaxoSmithKline, pero ese medicamento no está ampliamente disponible en Estados Unidos. El doctor Jonathan Li, director del Harvard/Brigham Virology Specialty Laboratory. declaró: “Estamos limitados ahora a un solo anticuerpo monoclonal autorizado por la FDA con el Ómicron”.
Según afirman los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC), en Estados Unidos, la variante Delta sigue representando a más del 95% de los casos estimados. Igualmente, remarcan que Ómicron se está diseminando cada vez más rápido y se volverá la variante dominante a nivel nacional en unas semanas.
Recordemos que los científicos estudian contrarreloj para actualizar los inoculantes para combatir mejor esta cepa. Para desarrollar una vacuna de ARNm actualizada, como Moderna y Pfizer, es necesario contar con la secuencia genética de la proteína de pico de la nueva variante. En el caso de necesitar una nueva vacuna, todos los componentes serían iguales pero se diferenciarían unas pocas líneas de código genético que cambiarían ligeramente la forma de la proteína de pico.