El economista Sergio Arelovich repasó lo ocurrido luego de la última prórroga que le concedió el Juez Lorenzini para presentar la oferta a acreedores. “Hay que ver si incluso haciendo la quita, la empresa estaría en condiciones de pagar”, sentenció.
La causa Vicentin transcurre un nuevo capítulo luego de que Fabián Lorenzini, juez que tramita el concurso de acreedores, le concediera una nueva prórroga a la concursada para reformular su oferta. El economista y ex veedor judicial Sergio Arelovich hizo un breve racconto sobre lo sucedido durante los últimos meses y sostuvo: “Hay que ver si incluso haciendo la quita, la empresa estaría en condiciones de pagar en esos 15 años”.
El pasivo de Vicentin asciende a casi 1.500 millones de dólares, y en los últimos días el juez Fabián Lorenzini concedió la posibilidad de presentar una nueva oferta, aunque no en junio como pretendía la concursada, sino en marzo de 2022. La última propuesta contemplaba una quita del 70% con un plazo de 15 años.
Junto con la oferta, la empresa proponía un plan de negocios en el que incluía a las productoras Molinos, Aca y Viterra, como imprescindibles para sostener la producción aunque con pocas especificidades. En ese sentido, Arelovich planteó la duda sobre las posibilidades de pago de Vicentin ya que “no quedaba muy en claro que papel jugarían esas tres empresas que manifestaron interés”.
El propio Lorenzini rechazó de plano la propuesta inicial el 24 de noviembre y pidió a los directivos una reformulación, quienes a su vez solicitaron una prórroga del período de exclusividad hasta junio de 2022, cuando en realidad vencía este 16 de diciembre.
“Hubo oposiciones importantes como la del Banco Nación y las organizaciones sindicales más importantes. Tal es así que el juez resolvió que junio era mucho plazo y lo fija al 31 de marzo”, detalló el economista rosarino.
Por otra parte, repasó que desde el 10 de febrero de 2020, que es la fecha en que se pidió la apertura del concurso, hasta hoy, la empresa pagó en términos los sueldos y las contribuciones patronales “ya que no representa montos significativos respecto al volumen de negocios que tiene Vicentin”.
Si bien reconoció este punto, Arelovich destacó: “Hay que ver lo que pasa en Avellaneda, me refiero al papel de la Unón Agrícola, que es una cooperativa muy vinculada a los Vicentin, que ha experimentado un fuerte crecimiento en las exportaciones, creo que hay que mirarlo a eso, es una noticia que pasó como una noticia comercial, pero hay que mirarla por el fuerte vínculo que hay entre una y otra”.
Mercado de granos
Por último, el ex veedor reparó en las consecuencias comerciales que dejó el default y analizó que aquellos proveedores que esperan cobrar, comenzaron a vender a otros destinatarios reorganizando el mapa comercial.
Teniendo en cuenta este dato, Arelovich apuntó: “Una cuestión a tener en cuenta es que Vicentin, en caso de atravesar este proceso debe recomponer ese mercado de compra”.
Para finalizar, deslizó: “Una curiosidad es que las tres interesadas (Viterra, Molinos y Aca) se quedaron con un poco de ese mercado. Por otra parte, manifiestan interés en quedarse con Vicentin, pero dudo que quieran renunciar a la cuota de mercado que tenía Vicentin y ahora la tiene ellos”