Mantener nuestro hogar impecable es una tarea ardua y de esfuerzo constante, a la que se le suma el hecho de que hay ciertos lugares de la casa más difíciles de mantener limpios que otros. El baño, por ejemplo, suele ser el sitio que la mayoría de los miembros de la familia evita limpiar, pero la verdad es que con la ayuda de ciertos trucos, puede convertirse en un punto agradable y perfumado al que ya nadie le tenga terror.
Hemos hecho la tarea y recopilamos 10 trucos magníficos para mantener un buen olor en el baño.
1. Mantén las toallas secas
Conservar las toallas húmedas es una mala idea, no solo en el baño, sino en cualquier punto de la casa. Lo recomendable es ponerlas a secar luego de usarlas —preferentemente, al sol— y luego sí colgarlas nuevamente en el baño cuando estén bien secas. Además, también es muy importante cambiarlas frecuentemente y evitar guardarlas dobladas, es mucho mejor colgarlas.
2. Aprovecha el poder ácido del limón
El limón tiene propiedades fabulosas cuando de limpiar se trata. Además de dejar un aroma agradable y neutralizar malos olores, es un poderoso limpiador natural gracias a su ácido cítrico. Lo ideal es pasarlo por todo tu baño luego de haber limpiado con tu detergente habitual; de esta manera, su efecto permanecerá en las superficies y hará su trabajo.
3. Aromatiza con aceites
Los aceites aromáticos son grandes aliados al momento de perfumar el hogar, y esto también se aplica para el baño. En este lugar en particular, la clave está en empapar un algodón en aceite de bebé —o el de tu preferencia— y ubicarlo en puntos estratégicos: dentro de la papelera antes de poner la bolsa de basura, así cada vez que la abras, se perfumará el ambiente; otro en el cartón del papel higiénico, otro dentro del bote de los cepillos dentales, etc.
4. Combina agua y suavizante
Un buen truco para mantener un buen olor en las toallas, sobre todo las de uso constante, como las de manos, es rociarles una mezcla de agua y suavizante; de este modo, siempre olerán rico a pesar de estar expuestas a malos olores constantemente.
5. Confía en el bicarbonato
Otro ingrediente casero en el que siempre podemos confiar es el bicarbonato, pues ya es famoso por acabar hasta con el olor más apestoso. Lo ideal es usarlo en tu rutina de limpieza y combinarlo con agua hirviendo, verterlo sobre las superficies y dejarlo reposar un rato antes de retirarlo. Como toque final, puedes aplicar nuestro punto número 2.
6. Perfuma el cepillo sanitario
Uno de los mejores trucos que usan en los hoteles es perfumar el cepillo sanitario. Sí, como lees. A diferencia de lo que muchos creen, el cepillo sanitario no está condenado a oler mal. Lo recomendable es terminar de limpiar todo y añadirle unas gotas de aceite esencial al cepillo para que se evapore poco a poco y emane un olor agradable.
7. Ubica jabones aromáticos
Un punto muy importante que debemos tomar en cuenta es la elección de los jabones según su perfume. Está claro que el aroma que estos desprendan afectará el olor del ambiente en general. Si lo que quieres lograr es un espacio con una fragancia agradable, elige jabones perfumados, sobre todo si van a estar expuestos, como en el lavamanos, por ejemplo.
8. Añade detergente en la cisterna
Más allá de todos los productos que venden para perfumar el agua de la cisterna del inodoro, está el truco de añadir un poco de detergente —con un aroma agradable, claro— al agua que se liberará una vez que oprimamos el botón. Así, emanará un buen olor que permanecerá en el ambiente durante un buen tiempo.
9. Haz ambientadores caseros
Desde hace un tiempo, los ambientadores caseros se han convertido en una tendencia que la mayoría decide seguir dada la practicidad y economía de la idea. Hacer un ambientador casero es realmente muy sencillo, pues solo necesitas un frasco bonito, palitos, agua, alcohol y tu aceite preferido. Si todavía no has definido qué aceite te gusta más, te contamos cuáles son los más populares para perfumar los hogares:
- Lavanda
- Árbol de té
- Eucalipto
- Menta
- Naranja dulce
- Hierba de limón
10. Airea el espacio diariamente
Además de todo lo mencionado, el truco más sencillo es permitir el paso del aire dentro del baño. Ventilar el espacio permitirá que cualquier mal olor circule y se vaya, por lo que se recomienda abrir las ventanas diariamente durante al menos 20 minutos o media hora. No solo se respirará un aire mejor, sino que también se irán virus o bacterias que se hayan acumulado desde la última ventilación