“Lucho Cantero es a quien le secuestran las armas y eran quien las manejaba y las repartía a un grupo de chicos sobre quienes tiene ascendencia”. Con estas palabras, el fiscal Matías Edery, de la Unidad de Criminalidad Compleja, fue pintando un panorama de lo que fueron los más de 20 allanamientos.
Fueron realizados el martes por la mañana y terminaron con la detención del hijo de Claudio “Pájaro” Cantero y de su mamá Lorena Verdún, Uriel Luciano Cantero, de 18 años, además de otras 10 personas.
En los operativos, además de armas, se secuestraron, vehículos, celulares y dinero en efectivo que ronda los 3 millones de pesos, además de euros y dólares.
El funcionario del MPA explicó ante los periodistas convocados en la sede de la AIC que la investigación que derivó en la detención de Uriel Luciano Cantero comenzó el año pasado y refirió a una foto que el trapero Zaramay se tomó en febrero de 2021 junto a un grupo de jóvenes portando armas de grueso calibre, para promocionar uno de sus trabajos musicales.
En su momento, el magistrado rechazó la acusación por tenencia de arma de guerra al no tener probado que las armas sean reales o réplicas y admitió la acusación de intimidación pública.
El fiscal Edery señaló que esas armas secuestradas “las pudimos ver en una foto de un cantante, Zaramay. A partir de allí se empezó a investigar a una serie de personas que consideramos eran quienes tenían esta armas. Y luego estuvo el hecho del 25 de diciembre, cuando se atacó a un móvil policial que recibió al menos 60 disparos”.
Sobre el papel que jugaron Lorena Verdún y Lucho Cantero, Edery recalcó que “Lucho Cantero es a quien se le secuestran estas armas. Él era quien manejaba estas armas de fuego y se las repartía a un grupo de personas para cometer distintos hechos. Lorena Verdún es la madre y tenía en su poder un arma de fuego. Y eso es un delito”.
La investigación también está relacionada con el ataque a balazos con 60 impactos de balas sufrido por un móvil policial la madrugada del 25 de diciembre último, en pasaje 507 al 1750. La ráfaga de tiros dejó a la camioneta de la Policía de Acción Táctica inutilizada. No hubo heridos y tras el enfrentamiento fueron detenidos cuatro sospechosos.
Sobre las armas secuestradas subrayó que “son de alta potencia, muy nuevas, además de haber una gran cantidad de municiones, algo que muy pocas veces se secuestran todas juntas. Las armas estaban guardadas en dos bolsas. Cantero intentó escaparse del lugar junto a otra persona pero la policía logró detenerlos”.