El decreto tendrá vigencia entre el 1 de enero y el 30 de junio de este año.
El Gobierno de la Provincia convocó este lunes a la Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria para analizar el impacto que ha tenido la falta de precipitaciones y las altas temperaturas en la producción santafesina, y, a partir de dicho diagnóstico, planificar las medidas a adoptar para paliar sus consecuencias.
La Comisión recomendó al Ejecutivo declarar el estado de emergencia en todo el territorio santafesino para todas las producciones agropecuarias desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2022.
En diálogo con Radio EME, María Eugenia Carrizo, subsecretaria de Coordinación Agroalimentaria de la Provincia, comentó que “fue una reunión muy positiva, donde hemos abordado toda la situación. El titular provincial del INTA hizo un resumen sobre la situación de los cultivos en cada uno de los departamentos y las regiones”.
“De allí surge que, debido a esa situación, se va a declarar en el día de hoy o mañana formalmente a través de un decreto del gobernador el estado de Emergencia Agropecuaria para toda la provincia por el termino de seis meses, contados a partir del 1 de enero para todas las producciones agropecuarias de la provincia” afirmó.
Carrizo especificó que “ahora, los productores tienen que hacer una declaración jurada al Ministerio de Producción, quien va a determinar si ese productor tiene una declaración de emergencia, donde va a tener en ese caso un discernimiento en el pago del impuesto inmobiliario rural y en caso de que tenga desastre agropecuario, va a tener condonación del impuesto inmobiliario”.
Por otra parte, manifestó: “El viernes vamos hacer la presentación formal ante la Comisión Nacional de Emergencia Agropecuaria, donde vamos a presentar el decreto, a fines de que los productores puedan gozar de los beneficios que otorga la ley nacional. Vamos a tratar de pedir la mayor cantidad de fondos posibles para que sean destinados especialmente a capital de trabajo”.
Respecto a los cultivos afectados, expresó que “el maíz y soja son los dos cultivos más afectados, especialmente en la zona centro-norte. En el mediano plazo va a repercutir en la actividad lechera en la región central porque va ser un alimento de baja calidad. En el sur, con las lluvias que sucedieron, el cultivo de maíz se va a poder recuperar con rendimientos aceptables, mientras que hay cultivos de soja que no se van a recuperar”.
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