El país lidia con una doble crisis heredada de diciembre: por un lado, un brote inédito de influenza en las principales ciudades del país y, por otro, la explosión de contagios generada por la variante Ómicron de coronavirus
Florianópolis, Camboriú, Río de Janeiro, Buzios y Salvador, destinos preferidos de los argentinos en el verano brasileño, presentan una situación sanitaria preocupante con filas en los centros médicos, algo que obliga a los turistas a buscar test para Covid-19 en farmacias, a un costo que parte de los 120 reales, unos 22 dólares.
Santa Catarina -el estado fronterizo con Misiones cuya capital es la isla de Florianópolis y también tiene a Camboriú, Itapema y Praia do Rosa como favoritas de los argentinos- está según especialistas de la universidad federal local, en un momento de “descontrol de la pandemia” y es por eso que se suspendieron las vacaciones y las licencias de médicos y enfermeros de hospitales públicos.
A esto se le sumó la falta de datos completos sobre Covid-19 en la base de datos del Ministerio de Salud desde el 11 de diciembre por un ataque de hackers, que impide tener la real dimensión de lo que está ocurriendo en el país, que es el segundo en número de muertes por la pandemia y el tercero en contagios del mundo.
El miércoles pasado, el sistema de atención primaria de Camboriu colapsó por los casos de personas con síntomas tanto de influenza como de Covid-19 y se agotaron los test en las farmacias
Brasil está lidiando con una doble crisis heredada de diciembre: por un lado, un brote inédito de influenza en las principales ciudades del país y, por otro, la explosión de contagios generada por la variante Ómicron de coronavirus. A esto, además, se suma que para los brasileños la temporada más alta de sus vacaciones va del 26 de diciembre hasta el 3 de enero.
En este complejo escenario, los argentinos que viajaron a pasar sus vacaciones deben presentar certificado de dos dosis de vacunas para cruzar por tierra, más un test PCR para llegar en avión. De todas maneras, una vez en el país muchos sufren y son testigos de la mayor presión sobre el sistema público y privado de salud desde el peor mes de la pandemia, abril de 2021.
“Con filas en las unidades de salud, Santa Catarina vive un momento de descontrol de la pandemia, teniendo en cuenta que hubo una serie de aglomeraciones con las fiestas de fin de año marcada por la llegada de turistas tanto de Brasil como del exterior, con circulación de Ómicron y Influenza A H3N2”, explicó la epidemióloga Alexandra Boing, del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Santa Catarina (UFSC).
La imagen de las playas llenas en la semana más movilizada de Brasil también se replicó en la preferidas de los argentinos: “Floripa”, Canasvieras, Barra de Lagoa e Ingleses.