Un clima de tensión se vive en la Policía de Rosario desde que en la noche de este domingo un llamado al 911 amenazó con colocar bombas en distintas sedes policiales.
El llamado al 911 desencadenó en un operativo de la brigada de Explosivos en la sede de la Agencia de Control Policial de Catamarca al 1300, en el microcentro de Rosario, cuyo resultado dio negativo.
Desde Fiscalía se investiga si la situación está conectada con la detención de Uriel Luciano Cantero, hijo del asesinado líder de Los Monos, y con la balacera contra la oficina de Asuntos Penitenciarios de barrio Echesortu, situada en el macrocentro de la ciudad.
En la mañana de este lunes se reforzó la seguridad preventiva de distintas dependencias policiales, como la jefatura ubicada en Ovidio Lagos al 5200, donde se decidió desde temprano trabajar con portón cerrado, que haya empleados con chalecos balísticos en la puerta y que se revise cada vehículo que ingrese al predio.
Luciano Cantero está detenido y sospechado junto con su organización de estar detrás del feroz atentado de 60 tiros contra un patrullero de la Policía el pasado 25 de diciembre en Las Flores, cuando un móvil buscaba un auto robado por la zona en la que opera la organización criminal de “Lucho”.
También está presente lo ocurrido con la viuda del ex gran jefe de Los Monos. Al ser imputada este sábado por la tenencia ilegal de 20 armas de fuego y municiones, Lorena Verdún, viuda del ex líder de Los Monos Claudio “Pájaro” Cantero, le dijo al fiscal Matías Edery: “Esto no va a quedar así”.
Sumado a la tensión, la Oficina de Asuntos Penitenciarios ubicada en la esquina de Alsina y Pellegrini volvió a ser baleada. El ataque ocurrió en la madrugada de este domingo, cuando desde una moto se efectuaron los disparos contra la fachada.
Antes de balear el lugar dejaron un cartel: “Si siguen verdugueando a la familia de los alto perfil, para la próxima, vamos contra la familia de los empleados de servicios, el que avisa no traiciona”, dice la amenaza escrita en fibrón sobre un trozo de cartón.