El lugar elegido para dejar el mensaje fue la sede del Servicio Penitenciario santafesino en Rosario, ubicada en avenida Pellegrini y Alsina. El edificio había sido atacado a tiros dos veces durante el año pasado.
Pasaron por de bajo de la puerta un cartón con aviso de represalias al personal de las cárceles si no termina, el verdugueo a las familias de los de alto perfil, en alusión a los presos por causas de delitos complejos o por integrar la conducción de bandas de narcotráfico.
“Si siguen verdugueando a la familia de los alto perfil, para la próxima, vamos contra la familia de los empleados de servicios, el que avisa no traiciona”, dice la amenaza escrita en fibrón sobre un trozo de cartón, tal como se ve en la foto de esta nota.
Uno de los empleados del organismo, cuando hacía el recorrido rutinario por las instalaciones, fue quien se topó con el cartón.
La novedad fue comunicada al fiscal de la Unidad de Flagrancia en turno, Marcelo Vitola, quien ordenó el secuestro de la nota y abrió una investigación donde solicitó medidas al personal del Gabinete Criminalístico para la identificación de cámaras de seguridad tanto públicas o privadas para intentar dar con los autores.