El juicio promete exponer a la luz pública un entramado mafioso con múltiples conexiones, que creció durante una década y media al amparo del encubrimiento, al menos, policial.
Esteban Lindor Alvarado, el presunto jefe de una resonante organización narcocriminal de Rosario, será sometido a juicio desde este lunes como instigador de un homicidio y líder de una asociación ilícita acusada de múltiples delitos, entre ellos lavado de activos, junto a otros cuatro miembros de su violenta banda.
El comienzo del debate oral a la banda de Alvarado, enfrentada desde hace años a la de “Los Monos” y cuyo encono explica una porción de los homicidios que ocurren en la ciudad, provocó el despliegue de un importante operativo de seguridad en el Centro de Justicia Penal, donde se realizarán las audiencias.
Alvarado de 42 años ya cumplió una condena de 6 años de prisión por robo de autos en el Gran Buenos Aires que eran desguazados en Rosario, y según los fiscales del juicio desde la cárcel “relanzó su emprendimiento criminal, ahora sí conformando una estructura criminal mucho más amplia y compleja que la de entonces”.
“El Esteban”, como lo llaman en el mundo criminal, llegó a este juicio acusado como instigador del secuestro y asesinato del opaco prestamista Lucio Maldonado, que formó parte de su entramado ilegal, ocurrido en noviembre de 2018. Luego de secuestrado en su domicilio, el cuerpo de Maldonado fue hallado baleado en el inicio de la autopista Rosario-Buenos Aires con un cartel que decía: “Con la mafia no se jode”.
Esteban Alvarado también será juzgado como presunto jefe de una asociación ilícita que habría dirigido desde la cárcel, compartimentada en “dos estamentos”: uno encargado de lo “operativo y logístico” y otro “a cargo de la gestión y administración y disposición de bienes” mediante un entramado de sociedades legales.