Una demanda que se arrastra hace años señala que la idea del personaje habría sido robada de un guión enviado con anterioridad al estreno de las películas de Piratas del Caribe. La originalidad de la interpretación de Johnny podía ser la clave para ganar el caso.
Dejando de lado la lucha de la Organización Mundial de la Salud, así como de los varios gobiernos del mundo, contra el COVID-19, quizás la polémica más intensa de este año fue la que enfrentó a Johnny Depp contra su ex esposa, Amber Heard. Estas dos personas literalmente dividieron Hollywood en dos campos de batalla irreconciliables, con la mayoría de los estudios y el establishment del cine yéndose del lado de la actriz.
Uno de los que ha tomado su lado son Disney, quienes no se demoraron en despedir a Johnny de cualquier secuela futura de la lucrativa saga de Piratas del Caribe.
Pero nombrar a Johnny Depp “persona non grata” podría tener una consecuencia muy poco considerado. Todo gira en torno a una larga demanda que los productores de Piratas del Caribe han tenido que enfrentar debido a su personaje central: Jack Sparrow.
La denuncia presentada por los guionistas A. Lee Alfred II y Ezequiel Martínez Jr señala que el personaje habría sido robado de un guión que ellos presentaron hace muchos años atrás.
En primera instancia la demanda fue desestimada: el juez declaró que el personaje de A. Lee Alfred II y Ezequiel Martínez Jr. era a su vez una mezcla de otros piratas famosos de la ficción y la historia. Pero en los últimos años, estos apelaron, consiguieron que la investigación vuelva a abrirse, lo que pone a Disney en la riesgosa situación de perder a uno de sus personajes que más éxito les han generado en los últimos años.
Contra todo pronóstico, quien podría ser el testigo clave del juicio, sería nada menos que el hombre al que despidieron hace poco.
La interpretación dada por Johnny Depp a su personaje, la que bajo sus propias declaraciones, bebió tanto del guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards, como de los piratas de la vida real, podría servir como evidencia de que el personaje nació para la producción de La maldición del perla negra, y que sería una creación íntegra del actor.