Ante de viajar a Moscú, el presidente francés mantuvo una conversación con su par estadounidense, Joe Biden, quien a su vez hoy dialogará con el canciller alemán Olaf Scholz en Washington.
Los esfuerzos internacionales para frenar una guerra entre Rusia y Ucrania se intensificarán este lunes con una reunión programada en Moscú entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, aunque para el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, es una “situación demasiado complicada para esperar avances importantes” después de un solo encuentro.
“Desde luego, la situación es demasiado complicada para esperar avances decisivos durante una reunión”, comentó Peskov ante la prensa, informó la agencia de noticias Sputnik.
Este lunes, Macron llegará a Moscú para iniciar negociaciones con el presidente ruso y al día siguiente viajará a Kiev.
Según el líder francés, su visita a Rusia busca prevenir que la situación en torno a Ucrania empeore.
Peskov destacó que Macron viene a Rusia para exponer a Putin sus ideas con respecto a distender las tensiones en Europa, tema que seguramente centrará el encuentro.
En este sentido, también se espera abordar las iniciativas rusas de seguridad en el continente, dijo.
“En cuanto al (gasoducto) Nord Stream, (…) es poco probable que sea un tema central en este caso”, agregó Peskov en referencia al colosal proyecto de dos tuberías que permitirá duplicar el envío de gas ruso hacia Alemania a través del mar Báltico.
Según el vocero, las conversaciones de los mandatarios se realizarán en horas de la tarde, continuarán durante una cena de trabajo y culminarán con una conferencia de prensa conjunta.
“Esperamos unos debates sustanciales y extensos tanto en cuanto a la duración, como en el contenido”, indicó.
Antes de dirigirse a Moscú, Macron mantuvo una conversación con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden en la que discutieron “esfuerzos diplomáticos y de disuasión en curso en respuesta a la continua acumulación militar de Rusia en las fronteras de Ucrania, y afirmaron su apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
En paralelo, el canciller alemán Olaf Scholz se reunirá con Biden en Washington para conversaciones que también se espera se centren en el enfrentamiento de Ucrania.
Scholz viajará a Kiev y Moscú los días 14 y 15 de febrero.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, reiteró el domingo que el gasoducto ruso Nord Stream 2 a Alemania “no avanzará” si Rusia ataca a Ucrania.
Se espera que Biden y Scholz aborden el tema del oleoducto durante su charla en la Casa Blanca, que marcará su primera cara a cara desde que Scholz se convirtió en jefe del gobierno alemán hace casi dos meses.
Antes de la visita, la Casa Blanca trató de restar importancia a la negativa de Alemania a suministrar armas letales a Ucrania, reforzar su presencia de tropas en Europa del Este o explicar qué sanciones apoyaría contra Moscú.
Tensiones en la frontera
Las tensiones en torno a Ucrania se fueron agravando en los últimos meses. Sullivan advirtió que Rusia podría invadir Ucrania “cualquier día”, desencadenando un conflicto que tendría un “costo humano enorme”.
Occidente interpreta como preparativos para una posible invasión la acumulación de unas 100.000 tropas rusas cerca de la frontera ucraniana. Sin embargo, Rusia rechaza esas sospechas, defiende el derecho a mover fuerzas dentro de su propio territorio según lo estime conveniente y acusa a la OTAN de buscar pretextos para emplazar más equipamiento militar cerca de sus fronteras.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó la semana pasada el despliegue de tropas estadounidenses adicionales en Polonia, Rumania y Alemania, y unas pocas docenas de tropas y equipos estadounidenses de élite aterrizaron ayer en el sureste de Polonia, cerca de la frontera con Ucrania, con cientos de tropas de infantería más a punto de llegar.
Rusia insta a Estados Unidos y sus aliados a impedir que Ucrania y otras naciones exsoviéticas se unan a la OTAN, detener los despliegues de armas allí y hacer retroceder a las fuerzas de la OTAN en Europa del Este.
En 2015, Francia y Alemania ayudaron a negociar un acuerdo de paz para el este de Ucrania en un intento por poner fin a las hostilidades entre las fuerzas ucranianas y los separatistas respaldados por Rusia que estallaron el año anterior, tras la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea.
El acuerdo firmado en la capital de Bielorrusia, Minsk, ayudó a detener los combates a gran escala, pero los esfuerzos por llegar a un acuerdo político se estancaron y continuaron las escaramuzas frecuentes a lo largo de la tensa línea de contacto en el corazón industrial del este de Ucrania llamado Donbas.
Los líderes de Rusia, Ucrania, Francia y Alemania se reunieron por última vez en París en diciembre de 2019 en la llamada cumbre del formato de Normandía, pero no lograron resolver los principales problemas conflictivos.
Fuente: Telam