El Colegio de Nutricionistas dio una serie de recomendaciones para ofrecer a los más chicos opciones saludables para su rutina escolar.
Actualmente los niños y adolescentes pasan entre cuatro y nueve horas diarias en la escuela, dependiendo del tipo de escolaridad, por lo que es necesario que lleven una merienda o colación. En general, para lo que hacen jornada completa, el almuerzo lo resuelve el comedor escolar
“Una adecuada nutrición en la niñez es imprescindible para la salud en la adultez. Además, se conoce que la falta de nutrientes específicos en etapas vulnerables de la vida temprana, pueden asociarse a un inadecuado desarrollo con alteraciones permanentes”, comenta Leticia Barcellini, licenciada en Nutrición (MP 2214).
Según datos recientes, en la Argentina el sobrepeso y la obesidad se está convirtiendo en un problema creciente, y la profesional explica que “ocurre en etapas cada vez más tempranas”. Por todo esto, es de vital importancia ofrecer opciones de alimentos saludables a los niños, niñas y adolescentes, en la medida de lo que se tenga al alcance.
Cómo armar una vianda saludable
Desde el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires recomiendan como primera opción ofrecer frutas, siendo las bananas, manzanas, peras o mandarinas las más fáciles y prácticas de transportar y manipular.
Otras opciones saludables pueden ser un sándwiches de queso, frutas secas, galletitas de avena, budines de banana o zanahoria, barrita de cereal o turrón. “Hacer alguna de estas opciones en casa, el fin de semana o cuando tenemos tiempo, acercar a los niños a la cocina, para que puedan ser protagonistas”, sugiere Barcellini.
En este sentido, la nutricionista aclara que: “Las galletitas comerciales que le encantan a los chicos, también son una opción que sacan del apuro, pero hay que tener en cuenta las porciones. No mandemos el paquete entero. Se puede enviar un envase plástico con la cantidad de unidades correspondientes. También hay que tener en cuenta que hay galletitas que tienen una mejor calidad nutricional. Una manera práctica de elegirlas en el supermercado es pensar en las más sencillas, las que no tienen relleno, como por ejemplo, las bay biscuit o vainillas”.
“La clave es la organización con opciones saludables para la construcción de mejores hábitos, comenzando desde la infancia”, remarcan.