El estado de emergencia rige para el área de South Beach y se extiende hasta el fin de semana. Hubo múltiples tiroteos en la popular zona conocida como Ocean Drive, muy concurrida por argentinos.
Tras la violencia del fin de semana pasado por las vacaciones de primavera en la zona de Ocean Drive, la ciudad de Miami Beach implementará un toque de queda para evitar nuevos incidentes.
El alcalde de Miami Beach, Dan Gelber, realizó una conferencia de prensa este lunes por la tarde, donde anunció que el toque de queda comenzará a las 12:01 del jueves y durará hasta el lunes a las 6 de la mañana.
La administradora de la ciudad, Alina Hudek, dijo que pedirá el mismo toque de queda también el próximo fin de semana.
La orden de emergencia pública, firmada por Hudek, irá a la comisión de la ciudad en una reunión especial este martes para su aprobación, dijo.
“Si quieren ver cómo se ve un alcalde muy frustrado y enojado, lo están viendo”, dijo Gelber.
“Lo que estamos viendo y lo que estamos sintiendo y lo que estamos observando es simplemente inaceptable en todos los niveles”, agregó.
“No queremos aquí el Spring Break, pero la gente sigue viniendo”, se lamentó Gelber, quien confesó que no tiene autoridad para cerrar las carreteras elevadas que la conectan con la vecina ciudad de Miami, como medida de prevención.
A su turno, el jefe de la Policía local, Richard Clements, señaló que en las últimas cuatro semanas los efectivos de esta dependencia decomisaron más de un centenar de armas de fuego, de las cuales 75 correspondieron al pasado fin de semana.
Este anuncio se da luego de que la madrugada de este lunes dos mujeres resultaran heridas de bala en un tiroteo ocurrido en la popular calle de Ocean Drive, en primera línea de playa y poblada de edificios Art Déco que representa en los carteles turísticos a esta ciudad.
Las dos mujeres, que debieron ser trasladadas a un hospital local aunque sin presentar riesgo, se sumaron a otras tres personas que a primera hora del domingo fueron ingresadas por disparos.
La concurrida Ocean Drive y sus alrededores, llenas de bares y discotecas, son desde hace unas semanas el punto de encuentro de cientos de jóvenes que pasan sus vacaciones de primavera en esta turística ciudad del sur de Florida.