Marcos Romero, director de Seguridad Deportiva y Espectáculos Masivos, realizó un balance sobre operativo de seguridad implementado el sábado.
Este lunes, Marcos Romero, director de Seguridad Deportiva y Espectáculos Masivos, realizó un balance sobre el operativo de seguridad implementado el sábado en el Clásico Santafesino entre Colón y Unión, en el estadio Brigadier Estanislao López.
Marcos Romero confesó que tenían “todo preparado para que se lleve a cabo de manera excelente, pero hubo cláusulas que se realizaron en la reunión de coordinación del martes, que fallaron”.
Entre los fallos que ocurrieron, Romero detalló: “En el día del partido, la policía le iba a prestar a Colón los vallados para hacer los encauzadores, pero el club no los retiró y lo tuvo que hacer la policía, que no lo tenía previsto. También, surgió el inconveniente con Utedyc, donde tenían que ser 60 personas y se contrataron 50, eso generó inconvenientes para el ingreso de las personas”.
“Colón tenía dos molinetes que no funcionaban de manera correcta, se le dio plazo para que funcionen, pero cuando llegamos el día del partido constatamos que 16 no funcionaban. Son los molinetes locos, que funcionan sin ningún tipo de control. Eso puso condimentos que jugaron en contra del servicio de seguridad, por eso la apertura del estadio se hizo más tarde” agregó.
Respecto a la posibilidad de suspender el Clásico Santafesino, manifestó: “Hubo diferentes hipótesis, sí. Si suspendíamos el partido teníamos que hacerlo con unas horas de antelación. Se esperaba una afluencia de 34.000 o 35.000 personas, pero no se cumplió ya que las dos populares estaban al 100% y eso generó otro inconveniente”.
Sobre los incidentes con el colectivo de Unión y la policía, manifestó: “El micro estaba saliendo y cuando agarra la rotonda hacia Santo Tomé, la afluencia de personas corta el paso. Algunas personas decían que tendríamos que haber dejado que la hinchada festeje 10 minutos, pero estábamos en una ruta nacional y teníamos la gravedad de que hinchas de Colón se crucen con gente de Unión. La policía tomó la decisión de despejar esas personas para que el colectivo pueda avanzar y se produjeron agresiones. Terminamos con cinco policías lesionados y tres móviles rotos”.
Además, afirmó que “la agresión vino de parte de los hinchas y hay un jugador de fútbol denunciado por la agresión aun policía”.
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