La Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia provincial separó en los últimos días a once bebas y bebés de su centro de vida para preservarlos y en algunos casos detectaron en ellas y ellos sustancias prohibidas transferidas a través de la lactancia por sus madres, impactó fuerte.
La información surgió desde el organismo de la provincia y su titular, Patricia Chialvo, brindó algunos detalles de la metodología que pone en práctica el Estado al intervenir y también describió los casos: “Muchas veces esos embarazos son producto de abusos, de haber sido parte de una red de trata, no se han animado a practicar una interrupción del embarazo”.
Chialvo explicó que bebas y bebés fueron separados de sus madres a través de medidas de protección excepcional, que son medidas legales para las que están facultados por la ley de Niñez. “Esto significa separar a los chicos de su centro de vida porque entendíamos que en algunos casos había riesgo de vida de estos niños y niñas”, afirmó en LT8 de Rosario.
“En general, podemos decir que la mitad tenía que ver con haberle detectado algún tipo de estupefacientes, en general cocaína, lo que implica que hubo consumo de esta sustancia durante el Patricia Chialvo”, informó.
Explicó que los casos llegan a la Secretaría a través de denuncias que hace el área de Salud. Dijo que de los 11 hay un bebé que tuvo una situación de maltrato; los otros tienen que ver con que la progenitora manifiesta la intención de darlos en adopción en el último momento del embarazo o en el parto.
El cura Fabián Belay, que trabaja en barrios populares sobre los consumos problemáticos, hizo una dramática descripción de lo que observa en la periferia de la ciudad, luego de dos años de pandemia, en los que las redes de contención se replegaron: “Esto excede a una gestión y a un partido político, estamos viviendo una crisis social que como sociedad tenemos que responder todos”.