En 2015 se enteró que padecía síndrome de Klinefelter y decidió comenzar con la transición de género.
Tahiana Marrone combatió en la guerra de Malvinas cuando tenía 17 años y se llamaba Osvaldo Marrone, según su DNI original, donde consta que nació hace 58 años en la ciudad cordobesa de Corral de Bustos. En 2015 se enteró que padecía síndrome de Klinefelter y fue entonces cuando decidió comenzar con la transición de género.
En diálogo con Radio EME, Tahiana comentó sobre su participación en la guerra de Malvinas: “Yo pertenecí a la Operación Rosario. Aterrizamos el 2 de abril a la mañana. Después del grupo comando que recuperó Malvinas, fuimos nosotros. Estuvimos todo el tiempo que duró la guerra. Nos tomaron prisioneros y llegamos al continente el 21 de junio”.
Sobre su condición sexual, contó que es una “mujer intersexual por mi condición genética, porque tengo el síndrome de Klinefelter, es decir que tengo un cromosoma más. No hice la transición sino que dejé de castigar a mi cuerpo con testosterona durante muchas décadas. Llegó un día, a fines del 2015, que me enteré de mi condición genética y dejé de castigar mi cuerpo con medicación que no servía de nada y afloró la mujer que soy hoy en día”
“Doy charlas en instituciones educativas sobre ESI y diversidad de género. Es una forma de brindar ayuda” manifestó.
Respecto a su adolescencia, expresó que “antes de los 20, era una nena autocensurada. Tenía que fingir y aprendí con el tiempo a ser el varón que no era, cargando una mochila muy pesada”.
“Mi familia no jugó ningún rol, tuve que ocultar todo. Cuando salía a la sociedad como Tahiana, me quedé sin familia” confesó.
Además, comentó que “durante la dictadura, las personas que querían vivir de acuerdo a su condición eran perseguidas por la policía y el ejército. Salían a cazar personas trans y por eso, tuve que aprender a ocultarme”.
Mientras que, hizo mención a cuando decidió manifestar la persona que es hoy: “Al principio fue chocante para la gran mayoría. Con los años fui más respetada pero más como veterana de Malvinas y no como la mujer que era. Con el paso del tiempo, fueron cediendo”.
En el mismo sentido, añadió: “La gente que más se alejó fue de mi familia, la gente que conocía de antes no se alejó. Hoy me siento completa, vital y viva. Tengo amistades de la infancia y nuevas. Mejoró todo porque tuve que dejar de fingir alguien que no era”.
“Vivan la vida, sean uno mismo y no le tengan miedo a vivir como uno quiere” sentenció
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