La historia cada año gira en torno al animal que pone huevos en esta fecha, pero cuál es realmente el origen de este mito.
La celebración de Pascuas es una simbiosis entre la resurrección cristiana y la festividad de la primavera antes de la era de Cristo. Los símbolos y las historias sobresalen por sobre todas las cosas, por ejemplo, por la aparición del conejo que pone huevos en cada casa.
A partir del siglo XIX, se empezaron a fabricar los muñecos de chocolate y azúcar en Alemania, debido a que comenzó a circular entre la población una leyenda que transmitía el relato sobre el origen del conejo de Pascua. El mismo cuenta que uno de estos animales estuvo encerrado en el sepulcro junto a Jesús y presenció su resurrección.
Al haber presenciado el milagro, y salir de la cueva junto a él, se dice que fue elegido como el mensajero que debería comunicar y recordar a todos los niños la buena nueva, regalando huevos pintados, que actualmente también son de chocolate y otras golosinas.