La inflación hizo que el precio del asado, uno de los cortes de carne más populares, subiera más de un 200% desde febrero de 2020.
Con una inflación del 6,7% en marzo, la más alta en los últimos 20 años, era esperable que algunas cifras de distintos sectores sean preocupantes. Es el caso del de la carne, donde el reporte de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) da cuenta de una caída sostenida en el consumo por habitante.
“En marzo de 2022 el promedio móvil de doce meses señaló un consumo aparente de carne vacuna por habitante de 47,7 kg/año”, dice el informe difundido este viernes.
“En términos interanuales se observó una disminución de 2,7% (-1,3 kg/hab/año), que llegó a 12,0% cuando se contrasta con los doce meses finalizados en marzo de 2019”, añade.
La carne aumenta más que la inflación
El detalle del informe de CICCRA demuestra que fue el alza de los precios en los cortes más consumidos en nuestro país lo que provocó este cambio forzado de hábito en la mesa de los argentinos. El asado, de hecho, subió más del 200% desde febrero de 2020, prepandemia.
“En lo que respecta a los precios al consumidor, en Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el alza de 6,7% del nivel general conocido recientemente fue similar a la que registraron los principales cortes de carne vacuna relevados por el INDEC”, indica.
“Los que subieron más fueron paleta, cuadril y nalga, con una suba promedio de 7,9% mensual. En el caso del asado la suba fue de 5,8% y en el de la carne picada común fue de 4,0%”, agrega.
Y amplía: “En tanto, según el INDEC, el pollo fue el que registró un gran salto durante el tercer mes del año, ubicándose su precio 15,1% por arriba del promedio de febrero. Esto fue una recuperación relativa, ya que como se verá a continuación en la comparación interanual el ritmo de aumento del precio del pollo no resultó muy diferente de los verificados en los precios de los principales cortes vacunos”.