Cuáles fueron los pilares de la imputación realizada contra Marcelo Sain y dos funcionarios de su gestión en el Ministerio de Seguridad.
Las armas que pretendía comprar el Ministerio de Seguridad en la gestión de Marcelo Saín, eran bien específicas en cuanto a modelos y marcas. En el pliego licitatorio se indicaba que se trataba de 130 ametralladoras UZI, 130 armas Tavor, 6 equipos para francotirador larga distancia con mira nocturna y 12.000 pistolas jericho calibre 9 mm, marca Iwi.
Entre las pruebas presentadas hoy en la imputación contra el exministro de Seguridad Marcelo Saín y sus funcionarios, se cuenta una que el Ministerio Público de la Acusación considera “basal”.
Al momento de allanar las oficinas de la empresa Emprendimientos Grupo Patagónico SRL, se encontró un archivo que llevaba el nombre su autor, Bernardo Fabián Menajovski, gerente de la compañía, donde al abrirlo pudieron leer términos idénticos con los que luego, con fecha posterior, se iba a confeccionar el pliego del llamado licitatorio.
Posteriormente, esos mismos términos iban a ser leídos en archivos secuestrados en el Ministerio de Seguridad, responsable de la licitación de las armas.
Cabe acotar que Menajovski murió en 2021 víctima de covid, sin poder aportar su testimonio en la investigación
Pero sumaron también una copia del pliego en cuestión, donde sostienen que entre las especificaciones de las armas a comprar por un monto total de 17.103.543,60 dólares, se encontraba adherido “burdamente” una copia de un folleto de la misma empresa que a juicio de los fiscales, se pretendía beneficiar.
“Nos llamó la atención que en un solo renglón, se determinaban todas las especificaciones de los elementos a adquirir, esto es no se dejaba abierta la posibilidad de que esa licitación pueda tener distintos proveedores de acuerdo a los elementos a comprar. Era evidente que esas armas con las características pedidas, sólo podían ser provistas por un solo oferente”, expresó el investigador.
El expediente contó además con la declaración del exjefe de policía, Víctor Sarnaglia, quien llegó a reunirse con Menajovski a pedido de Sain. En su testimonial, el exjefe indica que el propio Ministro había sugerido la posibilidad de realizar una compra directa para ganar tiempo.
En la imputación de éste mediodía, Marcelo Sain fue el único que habló, mientras que sus por entonces funcionarios Maximiliano Novas y Germán Montenegro, imputados todos de los mismos delitos, prefirieron el silencio.
En sus palabras, el exministro insistió en realizar una “defensa política” apuntando a quien llamó “Jefe de la mafia, el Presidente de la Corte Suprema de Justicia Rafael Gutiérrez”, y entre sus componentes al Fiscal Carlos Arietti y al Fiscal Ezequiel Hernández aunque exceptuando de sus dardos a la fiscal Mariela Giménez. “Se ha movido con autonomía en distintas investigaciones”, indicó el exfuncionario imputado.
“Particularmente ahí en la capital patricia les duele mi denuncia en el Caso Oldani”, dijo Sain, mencionando el funcionamiento de una mesa de dinero y una cueva financiera donde se manejaba dinero de parte del “círculo rojo santafesino”.