Dos mujeres que estaban detenidas y acusadas de integrar la organización criminal que comanda Brandon “Gordo” Bay aceptaron su participación en la asociación ilícita y fueron condenadas a tres años de cárcel efectiva.
Una de ellas es Giuliana Soledad Bay, de 27 años hermana del jefe –preso en el penal federal de Marcos Paz– a quien le encargaban diversas tareas operativas para el funcionamiento de la banda. La otra es Mabel Noemí Aranda, de 39 años, delegada a atender el búnker histórico del clan en barrio Tiro Suizo.
Un policía que cumplía funciones en la comisaría 32ª acordó la misma pena por arrancarles una coima de 50 mil pesos a otros miembros de la pandilla a cambio de no dejarlos presos, en un episodio que involucró un auto con pedido de secuestro y la consecuente falsificación de actas.
Brandon Bay, cabecilla de la banda Los Gorditos, se perfiló en los últimos años como un violento líder criminal con influencia en sectores como La Mandarina, en barrio Saladillo y el llamado Fuerte Apache de Paraguay y Lamadrid. Su nombre comenzó a sonar en 2015 tras el asesinato en Tiro Suizo de José “Cepillo” Fernández, después le siguieron balaceras, hechos de sangre y denuncias de vecinos y vecinas que era amenazados con tiroteos en el frente de sus viviendas para que las dejaran y así eran usurpadas por la banda para vender drogas o usarlas como aguantadero de armas y objetos robados.