El informe señala que casi la totalidad de los niveles superiores se sienten más incluidos que el personal de menor categoría, y solo una cuarta parte de los encuestados declaró que las mujeres constituían una parte importante de los cargos de alta dirección.
Un estudio sobre el mercado laboral destacó que uno de cada cuatro empleados de categorías inferiores no se siente valorados en sus puestos de trabajo y que, aquellas personas que ocupan cargos de mayor responsabilidad, no comparten esa sensación de no inclusión, informó este miércoles la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El informe detalló que casi la totalidad de los niveles superiores se sienten más incluidos que el personal de menor categoría y que cuando en los trabajos hay mayores niveles de igualdad, diversidad e inclusión, estas valoraciones se trasladan a una “mayor innovación, productividad y rendimiento, así como a la retención de talentos y bienestar de los trabajadores”.
A pesar de esto, el relevamiento realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) constató que solo un tercio de las empresas mide la inclusión y solo la mitad de los encuestados constató que la diversidad e inclusión están presentes en la estrategia de sus centros de trabajo.
Uno de los hallazgos principales fue que el sentimiento de inclusión en el lugar de trabajo tiende a asociarse más a la antigüedad en el puesto que a los antecedentes personales o a características como edad, sexo, etnia, raza o religión.
Un 92% de las personas en cargos ejecutivo dijo “sentirse incluido” y que “se respetaba y valoraba la diversidad en el trabajo”, a diferencia del 76% de los encuestados de categorías inferiores.
“La diversidad y la inclusión desempeñan un papel fundamental en el alto rendimiento de la mano de obra, empresas, economías y las sociedades a nivel mundial” resaltaron en el informe, y advirtieron que las empresas corren riesgo de perder beneficios considerables “si la inclusión sigue siendo un privilegio que solo experimentan los altos cargos”.
Género
En materia de género, solo una cuarta parte de los encuestados declaró que las mujeres constituían una parte importante de los cargos de alta dirección, entre un 40% y 60%.
Y una tercera parte dijo que no había personas con discapacidad en cargos directivos.
Algunos grupos minoritarios también manifestaron tener cada vez menos experiencias inclusivas positivas y que tienden a agruparse en los niveles de personal más subalterno.
En tanto, trabajadores de empresas medianas, grandes y multinacionales tienen una percepción más positiva sobre inclusión en empresas más pequeñas y nacionales.
El informe advirtió que “combinar el argumento económico de la diversidad y la inclusión con políticas y marcos jurídicos y valores empresariales solidarios” es la forma más eficaz para que las empresas puedan crear un “cambio sostenible y transformador”, y que contribuye “significativamente al rendimiento general de la empresa”.
Para lograr estos objetivos señalaron que es fundamental que la diversidad e inclusión sean una prioridad y una parte de la estrategia y cultura laboral; los equipos de dirección deben ser diversos; los directivos deben responder por sus actos como modelos de conducta y las medidas deben aplicarse en todo el proceso laboral, desde la contratación, hasta la permanencia y el progreso del personal.
El relevamiento se centró en empresas de todos los tamaños en economías de renta media-baja y media-alta e incluyó diversidad en las franjas de edad, género, orientación sexual, grupos étnicos, raciales y religiosos, personas con discapacidad y con HIV.
La información para el estudio se recopiló entre personal, directivos y altos ejecutivos durante julio y septiembre de 2021, entre más de 12.000 empleados en 75 países de las cinco regiones del mundo.