“123456” y “Qwerty” están al frente de las contrseñas más escogidas por los usuarios en el mundo. Cómo armar credenciales robustas.
El Centro Nacional de Seguridad Cibernética (NCSC) del Reino Unido reveló que 23 millones de personas en todo el mundo usaban las contraseñas “123456” y “Qwerty”, demostrando que muchos aún desconocen los crecientes riesgos a los que se exponen.
Este año se triplicaron las denuncias por ciberfraudes, y ya no se puede pasar por alto la importancia de tener una contraseña segura con la cantidad de aplicaciones y servicios que un individuo utiliza día a día. Sin mencionar el hecho de que muchas empresas ahora están permitiendo a sus empleados conectarse a la red corporativa en dispositivos personales para ofrecer una mayor flexibilidad.
Como resultado, estos dispositivos actúan como una puerta de entrada, lo que significa que los hackers oportunistas pueden aprovechar un endpoint vulnerable para robar datos confidenciales tanto personales como profesionales almacenados en la infraestructura de la empresa.
Por tal motivo, expertos en ciberseguridad proporcionaron las cinco prácticas principales que se deben aplicar para crear una contraseña sólida y segura:
-Usar una combinación de caracteres: Tener una contraseña que esté compuesta por frases simples o por fechas importantes para la vida personal del usuario es una práctica muy común. Sin embargo, este hábito debilita seriamente a una contraseña, ya que los ciberdelincuentes pueden encontrar fácilmente información como los cumpleaños. Para evitar esto, utilice siempre una secuencia aleatoria formada por una combinación de diferentes números, letras y símbolos para cada plataforma.
-Una contraseña diferente para todo: con tantas aplicaciones y servicios que ahora requieren detalles de inicio de sesión, es tentador repetir la misma contraseña única para todos, pero es una mala idea. Al igual que no tenemos la misma llave para abrir nuestra casa, oficina o automóvil, no debemos usar la misma contraseña para todo. Esto solo hace que sea más fácil para los hackers “abrir” toda nuestra vida digital. Si le parece difícil recordarlas todas, siempre puede emplear la ayuda de un administrador de contraseñas.
-Cuanto más caracteres, más fuerte: Es cierto que cuanto más larga sea una combinación, más difícil es recordarla. Pero es una de las mejores maneras de mantener segura la información, así que asegúrese de usar al menos 8 dígitos para ajustarla a los niveles de seguridad.
-Realizar cambios regulares: Cambiar su contraseña regularmente puede parecer un desafío casi imposible. Sin embargo, esto se puede hacer de forma más sencilla usando el mismo patrón básico y agregando diferentes combinaciones a partir de ahí. De esta manera, será más fácil de recordar y más fácil de cambiar con regularidad.
-Activar la autenticación de dos factores: Al tomar todas las medidas anteriores, se mejora la calidad de una contraseña (algo que sabe) pero también es fundamental implementar un doble factor de autenticación (algo que posee, como un token por ejemplo). Puede ocurrir que surjan nuevas amenazas, como el robo de datos de un dispositivo infectado o que sea atacada alguna empresa con sus datos, por lo tanto, activando este segundo factor impedirá el acceso de un atacante o persona no autorizada si el usuario y contraseña se ven comprometidos.