Este miércoles se conmemora el 212° Aniversario de la Revolución de Mayo y la historiadora Marcela Ternavasio analizó el recorrido que llevó la creación la Primera Junta de Gobierno.
La prestigiosa historiadora Marcela Ternavasio, autora del libro Historia de la Argentina 1806-1852, analizó para la agencia Noticias Argentinas el recorrido que llevó la creación de la Primera Junta de Gobierno el 25 de mayo de 1810.
– ¿Cómo se inició el camino al 25 de mayo de 1810?
– El 25 de mayo 1810 se desencadena por la llegada de una noticia -del 18 de mayo- que dice que las autoridades españolas habían caído y el control de Napoleón Bonaparte sobre la península Ibérica era total. Ese fue el disparador de la famosa semana de mayo. Sin embargo, ése hecho se inscribe en lo ocurrido dos años antes, en 1808, con la crisis de la monarquía española, tras la que se conoce como la Farsa de Bayona -una serie de abdicaciones que termina con el hermano de Napoleón coronado como José I en España-. A partir de estos hechos, sumado a una carga de demandas insatisfechas y aprietes imperiales en los territorios coloniales, empieza a tomar forma la convocatoria al cabildo abierto del 22 de mayo. Y es en ése cabildo abierto en donde se toma la decisión de destituir al Virrey -Baltasar Hildalgo de Cisneros- y formar una Junta de Gobierno que, de forma provisoria, tutele en depósito la soberanía del monarca, a quien se le rinde fidelidad por parte de estas nuevas autoridades.
– Una de las definiciones sobre el término revolución que ofrece la Real Academia Española (RAE) es el siguiente: “Cambio profundo, generalmente violento, en las estructuras políticas y socioeconómicas de una comunidad nacional”: ¿Hay revolución en el 25 de mayo de 1810?
– Sin dudas que hay una revolución, pero en diversos planos. Al concepto de la RAE hay que quitarle la idea de comunidad nacional, que será el punto de llegada -traumático, doloroso y tardío- de las revoluciones hispánicas. En lo político es un cambio fundamental -aun cuando esa junta de gobierno se declara provisional y jura fidelidad a Fernando VII- está asumiendo una autonomía ante la metrópoli.
– Entonces, ¿hay un cambio de orden?
– Sí, hay un cambio de orden político. El gesto de separación del Río de la Plata de la metrópoli, que derivó en la independencia (1816), es una revolución política formidable. Penetró un nuevo principio de legitimidad que es la soberanía popular, que puso en marcha, por ejemplo, procesos de elecciones para las nuevas autoridades.
– ¿Y en lo socioeconómico?
– En lo socioeconómico la ruptura con la metrópoli implicó que los circuitos productivos y mercantiles quedaran dislocados sobre todo por la guerra -de la independencia española-. Además, se declaró el libre comercio; mientras que la producción quedó devastada. Respecto a lo social, el nuevo principio de igualdad -aunque no fue consumado rápidamente- cambió el imaginario jerárquico que dominaba en el antiguo régimen por la nueva retórica patriótica. En efecto, sí, es una revolución en todos los planos.
– ¿Qué característica tenía la primera junta?
– Es una primera junta que aprendió sobre la marcha la gestión de gobierno. Estuvo conformada por personajes que no coincidían sobre qué rumbo darle a la revolución y, en ese contexto, empiezan a aparecer las primeras fisuras dentro de ese poder colegiado.
– Por ejemplo…
– Saavedristas y morenistas. Cornelio Saavedra, como presidente de esa junta, y Moreno, como secretario, comienzan a pugnar por el rumbo de la revolución. Un rumbo más moderado en el caso de Saavedra y expectante de lo que ocurre en las guerras napoleónicas en Europa y cuál es el resultado. Es decir: si España iba a ser reconquista por el movimiento de resistencia juntista en 1808 o si Napoleón iba a triunfar. Moreno, por su parte, era considerado por muchos el ala jacobina. Intentará encauzar la revolución hacia el llamado un congreso constituyente que defina si los territorios estaban en condiciones de emanciparse de España y, en tal sentido, romper con el orden monárquico. Estos dos bandos terminaron en una ruptura a los pocos meses.
– ¿La junta era representativa de todo el virreinato?
Era representativa de Buenos Aires como capital del virreinato. La Junta se conformó a partir de un cabildo abierto, en una ciudad que era la capital del virreinato y que tenía alrededor de 50 mil habitantes . Se invitaron por esquela a 450 vecinos notables de la ciudad. Esa junta siempre es consciente que representa solo a la capital del reino. Por lo tanto, rápidamente elaboraron una circular para invitar al resto de las jurisdicciones del virreinato, a las ciudades capitales e intendencias, para que envíen a sus representantes.
– ¿Qué podemos encontrar de ese 25 de mayo de 1810 en el actual Estado Argentino?
– Se trazan más discontinuidades. No podemos avizorar que ese 25 de mayo el mapa actual que adoptó la Nación Argentina. No había una idea de nación identitaria, sino que las identidades eran fluctuantes. Aunque marcaría como continuidad las identidades locales fuertes, como la de los pueblos y ciudades -sobre todos las que tienen cabildos-. A su vez, comenzó a configurar una identidad americana. Si bien la noción de América no era nueva, la revolución la dota de un nuevo significado a esa identidad que se asocia a la idea de libertad y emancipación frente a la metrópoli, y que está muy atravesado por el principio de la igualdad. Es decir, la liturgia revolucionaria -del 25 de mayo- introduce la reivindicación de la libertad y las diversas formas de pensar la igualdad.