Vanesa se mostró emocionada por el reencuentro con su hijo y manifestó su agradecimiento con los médicos que lo operaron.
El niño trasplantado este martes por una hepatitis aguda severa, se encuentra estable luego de la delicada operación que le practicaron en el Sanatorio de Niños de Rosario. Su caso conmovió a todo el país bajo el deseo unánime de su pronta recuperación.
“Estoy súper contenta con los médicos, súper agradecida porque le salvaron la vida a mi nene. Era una situación muy complicada, pero gracias a Dios ahora está bien. En el momento que me enteré me quería morir, estaba destrozada”, expresó Vanesa, quebrada en llanto, mamá del niño, quien transita las horas más difíciles de su vida.
La mujer contó que pudo reencontrarse con su hijo luego de la intervención, un momento que describió como “muy lindo”. Además, remarcó: “Ahora estoy tranquila, si vos me preguntabas ayer estaba destrozada”.
Por otra parte, confesó que el miedo la invadió cuando supo que la criatura debía ser trasplantada, dados los tiempos que se manejan en este tipo de casos. “Le hicieron los estudios a mi marido y no podía donar porque tenía el hígado graso, después a mi sobrino, que tampoco podía porque tenía ‘una vena’ en el hígado”, relató y reveló que cuando les estaban practicando los exámenes médicos a las tías de Pablo se enteraron de la existencia de un donante en La Pampa.
“Salió en todos lados (en los medios) y yo no me quería hacer ilusiones. El médico me llamó a las 8 y media de la noche y ya me quería venir (al sanatorio). La emoción fue tremenda”, siguió Vanesa.
A la espera de que el chiquito despierte, la mamá afirmó querer estar al lado de él cuando eso suceda. “Me voy a quedar todo el día con él”, cerró, con lágrimas en los ojos.