Este fin de semana, un hombre recibió un disparo en uno de sus pies, cuando se iba del tradicional baile del club de Sargento Cabral.
La polémica en torno al “baile” del Club de Villa Dora sumó un nuevo capitulo. En horas de la madrugada de este lunes, un hombre recibió un disparo en uno de sus pies a la salida del evento.
Alrededor de las 4:30 comenzaron los disturbios al termino de la tradicional fiesta del club de Sargento Cabral. En la puerta de salida, un muchacho protagonizó una discusión con una pareja. Sin embargo, este conflicto se extendió hacia las calles de la zona, precisamente en Ruperto Godoy Güemes, donde uno de los agresores le disparó a la víctima del ataque.
“Asistimos al baile de Villa Dora. Estuvo toda la noche tranquila. Pero a la salida, mi hermano choca sin querer a una chica. Él se da vuelta y la muchacha lo comenzó a insultar. Sin embargo, no le dio importancia”, comenzó el relato de Johanna, hermana del hombre herido, en el móvil de Radio EME.
Luego, continúo: “Pero luego llegó el novio de esta chica y comenzó a insultarnos. Esto fue fuera del club. La policía nos pidió que nos fuéramos. Llegamos a donde estaba la camioneta. Mi hermano fue del lado del acompañante. Se baja para acomodar la puerta y tenía las manos atrás. Y nos empezó a disparar en la camioneta. No entró la bala. Mi hermano no logró subir. Por eso frenamos y lo metimos en la camioneta. El tipo nos seguía tirando. Mi hermano nos decía que le habían disparado hasta que vimos su pie”
Por otra parte, una integrante de la vecinal se refirió a los nuevos disturbios ocurridos este fin de semana y dijo que se sienten solos y abandonados porque nadie hace nada. “El reporte con el que empieza la semana es lamentable. La música fue insoportable. Literalmente nos dejaron solos. Ya no estaba el control de la Municipalidad ni los controles policiales que teníamos”, mencionó.
A su vez, detalló: “A las 4:30 un herido de arma de fuego en las inmediaciones. Mientras que los trapitos estaban a las corridas. Nos dejaron a la vera de Dios. Personas armadas se exibian por las calles”.
Por último, sostuvo: “La única solución que vemos posible es el trasladado del baile”.