El presidente estadounidense dijo que la democracia “es un ingrediente esencial de su futuro”. También anunció un nuevo pacto migratorio.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, inauguró este miércoles por la noche la IX Cumbre de las Américas junto a 21 jefes de Estado de los 35 países que tiene el continente, y lo hizo con una fuerte defensa de los valores democráticos, y el anuncio de un nuevo pacto migratorio.
“La democracia no es sólo la característica definitoria de la historia de América, sino un ingrediente esencial de su futuro“, proclamó Biden en Los Ángeles, tras la polémica por la fracasada campaña de varios presidentes para que se invitara a los mandatarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
“Puede que no estemos de acuerdo en muchas cosas, pero como somos democracias, superamos nuestras diferencias con respeto y diálogo”, añadió el presidente estadounidense.
En su discurso, Biden anunció lo que denominó Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas, un acuerdo de cooperación e innovación tanto en el sector público como en el privado, que incluye apoyo a los países que reciben a un gran número de inmigrantes o refugiados.
“Colaborando con nuestros socios, aquellos que comparten nuestros valores, podemos asegurarnos de que no quedamos vulnerables ante imprevistos, a la vez que generamos oportunidades de crecimiento económico en nuestra zona”, dijo.
Paralelamente, la Casa Blanca anunció una serie de iniciativas dedicadas a mejorar la economía centroamericana y desincentivar la emigración, incluidas inversiones comprometidas por el sector privado por valor de 2.000 millones de dólares, o 1.800 millones de euros, y ayudas públicas de 300 millones. Además, se anunció una reforma del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, para fortalecer las inversiones en el sector privado en el continente.
El acto inaugural fue en el Teatro Microsoft, donde se suelen celebrar las ceremonias de entrega de los premios Emmy y los Grammy. Los organizadores presentaron a los visitantes a un espectáculo de luz y sonido con fanfarria, vídeos y concierto de música latina, incluida una versión renovada y cantada por niños de “Mi tierra”, de Gloria Estefan.
Tras recibir a los jefes de Estado, Biden y su mujer tomaron asiento junto al colombiano Iván Duque.
Tras la bienvenida por parte del alcalde de la ciudad, el gobernador de California y la vicepresidenta Kamala Harris, nacida en este estado (todos ellos demócratas) tomó la palabra el presidente peruano, Pedro Castillo, de traje y camisa, pero sin su habitual gorro chullo.
A Castillo le tocaba hablar porque la anterior cumbre fue en Lima en 2018. Fue el único jefe de Estado extranjero en dirigirse a los invitados y denunció con tono enardecido la corrupción en el continente. “¡América para los americanos!”, exclamó, tras agradecerle a Biden su hospitalidad.
De entre los 22 mandatarios que sí aceptaron la invitación de Biden para esta cumbre, solo uno llega tarde a Los Ángeles y se perdió la ceremonia inaugural. Se trató de Jair Bolsonaro, que está de campaña en su país, y se juega la reelección en octubre. Por llegar tarde, Bolsonaro se perdió un concierto muy sentido de Álex Fernández, cantante de música ranchera, hijo del fallecido Vicente Fernández.
Fuente: NA