Tras años de gobiernos conservadores, Petro quiere ser el primer presidente con un programa que aspira a la redistribución “para el buen vivir”, mientras que su adversario, el magnate Hernández, quien ya votó, promete un achicamiento del Estado y un gobierno sin alianzas.
Los colombianos votan en un balotaje presidencial histórico, con el senador Gustavo Petro en busca de un triunfo ante su rival Rodolfo Hernández que lo convierta en el primer mandatario de izquierda de Colombia.
En una opción entre dos propuestas antagónicas de cambio en Colombia tras años de gobiernos conservadores, Petro quiere ser el primer presidente con un programa que aspira a la redistribución de la riqueza, mientras que el magnate Hernández, con un discurso antipolítica, promete un achicamiento del Estado y un gobierno sin alianzas.
El magnate de derecha de 77 años fue el primero de los dos candidatos en votar, apenas abrieron las mesas en la norteña ciudad de Bucaramanga, de donde fue alcalde, sorprendiendo a las autoridades de mesa y a los votantes luego de haber dicho que sufragaría al mediodía.
Hernández llegó rodeado de un gran esquema de seguridad y no hizo declaraciones ni a los medios ni a sus simpatizantes.
Ninguno de los candidatos proviene de estructuras partidarias tradicionales.
Con Francia Márquez como compañera de fórmula, Petro, de 62 años, llegó a este balotaje luego de ganar la primera vuelta del 19 de mayo con su coalición de izquierda llamada Pacto Histórico, que reúne partidos políticos, sindicatos, colectivos originarios y de defensa de las minorías sexuales, movimientos sociales y campesinos.
Programas contrapuestos
El programa de Petro, exalcade bogotano, asigna un rol más activo del Estado en temas como jubilaciones, ya que quiere tender a la desprivatización del sistema hacia uno mixto, y recaudación, pues promueve una reforma impositiva estructural con justicia social.
A su vez, insiste en la idea de la “democratización del Estado”, “participación vinculante de la ciudadanía” y la formación de “presupuestos participativos”.
Por su parte, Hernández y Marelene Castillo, los candidatos de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, se ubican en la vereda de enfrente en términos ideológicos y dicen que van a reducir el Estado, aunque también se postulan como “el cambio” y recogen en su programa algunas propuestas de Petro, como la paridad de mujeres en cargos públicos.
Hernández ha dicho que quiere una administración austera y que eliminará la corrupción -que no pasa de consignas como “tolerancia cero”, sin mayores detalles, y pese a tener diversas causas de este tipo en su contra- o dotarlo de funcionarios según un “proceso meritocrático”.
Despliegue de seguridad
Las mesas para esta segunda vuelta cerrarán a las 16 de este domingo (las 18 en Argentina), y enseguida se esperan los primeros resultados.
Son poco más de 39 millones de ciudadanos colombianos los que están habilitados para elegir en primera vuelta al sucesor de Iván Duque en 102.152 mesas ubicadas en 12.513 centros de votación en el país.
El dispositivo de seguridad incluye el despliegue de soldados y policías. Solamente en esta ciudad de Bogotá, la capital, se desplegaron más de 10.000 policías y casi 3.000 militares
Antes de asistir a la votación, Hernández publicó un breve mensaje en su cuenta de la red social Twitter que decía “Siempre adelante, ni un paso atrás!”.
Petro, economista y exguerrillero, asistió a la iglesia del Divino Niño, en Bogotá, y más tarde pareció alertar indirectamente sobre la posibilidad de un fraude.
“Las mediciones nos ponen muy por encima sobre el otro candidato, todas serán publicadas. Lo único que nos queda ya por enfrentar es el fraude. Para hacerlo hay que votar, cada jurado o testigo debe tomar fotos”, escribió en Twitter.
Petro y Hernández han dicho, cada uno a su modo, que intentarán dar una vuelta de página al “uribismo” que en la actualidad es representado por el desprestigiado presidente saliente Iván Duque, delfín político del expresidente Álvaro Uribe.
“Hoy tenemos que ir todos los colombianos a las urnas, sin miedos, sin intimidaciones, sin prejuicios, sin sesgos”, dijo Duque tras votar en Bogotá.
Quien resulte el próximo ocupante de la gobernación en Casa de Nariño deberá atender la grave situación alimentaria que atraviesa Colombia, un país en el que alrededor de 60% de sus habitantes no cuentan con un trabajo registrado.
El gobierno de Duque fue el principal objetivo de críticas durante los meses de protestas liderados por el llamado Comité Nacional del Paro (CNP) en contra de la carestía de la vida durante el 2021.
La participación en la primera vuelta electoral del 29 de mayo estuvo apenas encima del 54%, es decir, cerca de 21 millones de personas asistieron a las urnas, y para hoy se prevé una participación similar.
De las cinco elecciones en las que fue necesaria una segunda vuelta para definir al presidente de Colombia desde que ese mecanismo se incorporó a la Constitución, en 1991, en dos ocasiones, 1998 y 2014, el balotaje le dio el triunfo a quien había terminado segundo en la primera compulsa.
El candidato que gane este domingo asumirá en agosto como presidente hasta 2026.
Fuente: Telám