El partido se disputó en el Centenario de Armenia en Colombia. La Albiceleste arrancó su camino en el máximo certamen continental con una dura caída frente a la máxima candidata.
La selección argentina femenina cayó por 4-0 frente a Brasil en su debut en la Copa América de Colombia. El encuentro tuvo lugar en la ciudad de Armenia y por el grupo B. El martes, las dirigidas por Germán Portanova se medirán con Perú. Adriana, en dos ocasiones; Bia Zaneratto, de penal, y Debinha consiguieron los goles del seleccionado brasileño, el máximo candidato al título de campeón.
Aunque el marcador final muestra una goleada, el desarrollo no fue acorde con los cuatro goles de diferencia en el tanteador. Hasta el primer tanto, de Adriana, el partido fue equilibrado. El mayor mérito de esa conquista fue de Tamires, que se filtró sin marca por la banda izquierda de la defensa argentina y ejecutó un centro de memoria. Por el centro del área, Adriana convirtió. El gol era demasiado castigo para las albicelestes (de estreno en el diseño de sus camisetas), que hasta ese momento controlaban a sus rivales. E incluso las anticipaban en tres cuartos de cancha. Argentina estaba en partido y, por momentos, se animaba a atacar.
Pero a ese gol siguió otro en el segundo ataque verde-amarelo en profundidad. Fue tras una decisión dudosa de la jueza chilena María Belén Carbajal luego de un choque de Zaneratto con una defensora argentina. La propia brasileña se encargó del penal; Vanina Correa, la arquera y capitana albiceleste, adivinó el destino de la pelota, pero no pudo evitar el tanto. Brasil era pura efectividad: dos ataques, dos goles.
Pero la Argentina esbozó una reacción. A falta de juego asociado, intentó desde fuera del área. Remató Romina Núñez de derecha y la pelota explotó contra el travesaño cuando la arquera parecía vencida. Daba la impresión de ser una señal: las albicelestes tenían con qué atacar a su adversario todopoderoso, que llegó a Colombia con el único objetivo de revalidar la condición de campeón.
La tónica del partido continuó en el segundo tiempo. Las argentinas corrían y corrían, y aun así las brasileñas siguieron teniendo espacios para jugar. Prueba de ello fue la habilitación de Zaneratto (de lo mejor de la noche) a Adriana para el tercer gol. En ese momento, a los espectadores les quedó bien en claro que el partido, y los tres puntos, tenían dueño. De todas formas, la Argentina no se desesperó ni se desordenó en defensa. Siguió siendo un equipo compacto, aunque de menor jerarquía individual que su vecino.
La asistencia a Debinha para el 4-0 tras una mala salida de Aldana Cometti dejó en claro que cuando Brasil pisa a fondo el acelerador y lastima. Correa hizo lo que pudo para evitar que Debinha definiera a placer, pero la delantera brasileña se las ingenió para sellar la victoria, con una gambeta en velocidad y el arco casi enteramente libre.
Los saltos que dio Pia Sundhage, la entrenadora sueca de Brasil, dan cuenta de lo difícil que le resultó el partido a su equipo. A pesar de la amplia derrota, la Argentina luchó de igual a igual durante la mayoría de los 90 minutos. Y les disputó la pelota a las campeonas. Jamás fue partenaire de Brasil, una selección mucho más potente. Allí está el mérito de las dirigidas por Portanova.
Aunque la caída duela en la estadística para el conjunto de AFA, el torneo no permite lamentos. El equipo tiene tres días para prepararse para el choque con Perú, que perfilará como para qué está este plantel. El blanquirrojo se trata de un oponente mucho más terrenal que el de este sábado, una fecha patria que terminó en un sonoro traspié para el conjunto que, sin embargo, jamás se desequilibró.
Fuente: La Nación