En el aeropuerto de Kunming, provincia de Yunnan, suroeste de China, cuatro hombres comieron 30 kg de naranjas en 30 minutos.
“No queremos volver a comer naranjas”, dijo Wang, uno de los cuatro viajeros que se comieron 30 kilos de naranjas en media hora en el aeropuerto de Kunming, capital de la provincia de Yunnan, China.
Uno de ellos, Wang, contó que junto con sus colegas adquirieron las naranjas por ocho dólares, mientras terminaban en la ciudad su viaje de negocios. En el aeropuerto les advirtieron que tendrían que pagar 1,55 dólares por cada kilo de esas frutas.
Entonces los viajeros no hallaron mejor solución que comerse las naranjas antes de subir al avión, para ahorrarse la alta tasa. “Nos quedamos allí (en el aeropuerto) y nos lo comimos todo. Nos llevó unos 20-30 minutos”, recordó Wang.
La decisión tuvo un precio: al poco, los cuatro empezaron a sufrir de úlceras en la boca, debido a la irritación que les produjo el ácido de los frutos ingeridos.