La vicepresidenta emparentó la violencia frente a su domicilio con “el odio al amor y la alegría peronista”.
La vicepresidenta Cristina Kirchner pidió esta noche a los militantes reunidos frente a su domicilio del barrio porteño de Recoleta que “vayan a descansar” y responsabilizó de los hechos de violencia ocurridos en el lugar “al odio al amor y la alegría peronista”.
“Les pido que vayan a descansar un poco, ha sido un largo día”, expresó, vestida con un sweater liviano de color blanco, desde un escenario improvisado en la puerta de su domicilio de Juncal y Uruguay ante cientos de militantes que habían sido reprimidos con carros hidrantes por la Policía de la Ciudad.
Cristina Kirchner, además, en un discurso que se prolongó por unos diez minutos, le recomendó a la oposición que deje de “competir por quien odia más al peronismo”.
“Quiero decirles que aunque viviera mil años, nunca me alcanzará para agradecer el amor y la solidaridad de todos ustedes”, expresó la vicepresidenta al dirigirse a la militancia, que no cesaba sus cánticos.
Cristina Kirchner advirtió que, luego que “el partido judicial dictara doce años de prisión, como los doce años del mejor gobierno de la historia”, el martes pasado y este sábado el único lugar en el que “hubo escenas de violencia es en la ciudad de Buenos Aires y en la puerta de mi casa”.
“Esa violencia fue provocada por quienes odian la alegría y el amor de los peronistas, que siempre hemos sido objeto de la violencia”, sostuvo, al tiempo que remarcó que existen quienes pretenden “exterminar al peronismo”.
“He sufrido el permanente agravio de gente que viene a insultarme. Nunca vi al Gobierno de la Ciudad protegerme contra el agravio”, expresó la expresidenta.
También recordó que durante las manifestaciones contra las cuarentena en el que se ponía en riesgo la salud de la población, “nunca se vio un policía siquiera para molestarlos a pesar de que estaban violando la ley”.