La orquesta provincial, dirigida por su titular, el maestro Silvio Viegas, participó nuevamente en el tradicional ciclo auspiciado por el Ministerio de Cultura provincial.
La Sinfónica Santafesina participó de la 21° edición de Trombonanza, el encuentro musical auspiciado por el Ministerio de Cultura de la provincia que fue realizado en el Teatro Municipal 1° de Mayo de la ciudad de Santa Fe y contó con la presencia de profesores, alumnos y solistas invitados.
El evento, que volvió después de dos años debido a la pandemia, se realiza desde el 1 al 6 de agosto en la mayoría de los espacios culturales de la capital provincial y está a cargo del reconocido trombonista Rubén Carughi.
La jornada del viernes 5 de agosto contó con la presencia de más de setecientas personas y empezó con la obertura de la ópera “I Vespri Siciliani” de Verdi. Melódica y por momentos estridente, fue interpretada de manera impecable en la versión de Viegas.
Luego se escuchó el concierto para eufonio y orquesta de Fernando Deddos, con el brasileño Wilson Dias como solista y más tarde el Concierto para trombón y orquesta de Nino Rota, en el que el trombonista italiano Vincenzo Paratore se ocupó de los solos.
Las dos obras fueron de gran calidad y los solistas lucieron sus mejores atributos como ejecutantes de sus instrumentos.
En el intervalo se vivió el momento más especial de la noche. Anunciado por el propio Carughi, quien previamente agradeció a todos los presentes y a los que colaboraron para poder llevar adelante Trombonanza, todos los estudiantes en las gradas, mezclados con el público, tocaron la obertura de la ópera Tannhäuser, de Wagner, dirigidos por el maestro alemán Wolfgang Wengenroth, quien tres años atrás había sido invitado por la propia Orquesta Santafesina para una presentación de temporada.
Terminada la obra de la pausa, y todavía sin la sinfónica en el escenario, se escuchó la pieza Cuarteto de Trombones, de Eric Culver. Obra escrita especialmente para ser tocada esa noche. La función terminó con el concierto para trombón bajo y orquesta de James Kessler, con las partes de solista a cargo del norteamericano Matthew Guilford. La pericia del solista fue de un primer nivel junto a una Sinfónica provincial que mostró su mejor versión en el acompañamiento de la obra. El nivel de los tres solistas principales invitados fue inmenso.
En una sala llena de aplausos y vitoreos, culminó el concierto de un encuentro que tanto tiempo se pospuso, dejando claro una vez más por qué se declaró a Trombonanza como la Fiesta Provincial del Trombón.