El Gobierno porteño dispuso cerrar el perímetro que rodea la casa de la vicepresidenta ante los reclamos de vecinos por las concentraciones de militantes.
El barrio de Recoleta, más precisamente el cruce de las calles Juncal y Uruguay, amaneció vallado y con un fuerte operativo policial para evitar nuevas concentraciones de militantes en apoyo a la vicepresidenta Cristina Kirchner, luego de que el fiscal Diego Luciani solicitara para ella una condena de doce años de prisión e inhabilitación para ocupar cargos públicos por supuesta malversación de fondos de obra púbica de la provincia de Santa Cruz.
El Gobierno liderado por Horacio Rodríguez Larreta dispuso un despliegue de efectivos en la zona y desde temprano hubo un operativo de limpieza luego de las concentraciones y vigilia de fanáticos de Cristina Kirchner de los últimos días.
Además, el Ministerio de Justicia y Seguridad hizo un vallado perimetral en las calles Juncal entre Paraná y Talcahuano, y Uruguay entre Montevideo y Arenales, para evitar que se vuelvan a realizar marchas y manifestaciones frente a la propiedad de la vicepresidenta.
Al conocer la noticia, militantes y funcionarios del Gobierno Nacional repudiaron en sus redes sociales la medida de la Ciudad, en una jornada en la que se esperan marchas en todos el país en apoyo a Cristina.
En tanto, Nahuel Beibe, secretario general de la Corriente Martín Fierro, una de las organizaciones que formó parte de la vigilia de los últimos días, aseguró que el vallado en la zona de la casa de Cristina Kirchner “es una provocación de Horacio Rodríguez Larreta”.
El Gobierno porteño tomó esta medida luego de los reclamos de los vecinos de Recoleta por las manifestaciones frente a la propiedad de la vicepresidenta de los últimos días. Para este sábado, referentes de movimientos sociales habían anticipado que iban a realizar una feria en de la Economía Popular, como continuidad de las muestras de apoyo a Cristina Kirchner.
Fuente: Diario Popular